Es mucho más que una boxeadora. La campeona minimosca de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) es psicóloga social, madre y está comprometida en ayudar cuando alguien lo necesita.

“Gracias al proyecto ‘Huella Weber’ pudimos transmitir nuestros valores y ayudar mejorando la infraestructura de la escuelita de boxeo de Concordia, Entre Ríos. Fue un crecimiento total el de la escuela” remarcó Bopp, en Milenium Sports, quien ya se metió de lleno en su segundo proyecto benéfico y dejó en claro que “las mujeres se proponen algo y no paran hasta conseguir el éxito”.

Bopp, al igual que varios deportistas argentinos, forma parte del programa “Huella Weber”, que tiene como objetivo generar acciones que transmitan valores sociales y deportivos dentro de las comunidades.

La boxeadora considera que el papel de la mujer dentro de la disciplina ha crecido mucho en el último tiempo y que puede seguirse desarrollando: “el boxeo ha evolucionado bastante a nivel mundial, más que otros deportes femeninos. Queremos que se siga abriendo el mercado en Estados Unidos porque nos va a favorecer para tener más peleas”. Por otro lado, no deja en segundo plano su imagen como deportista: “trabajo mucho en eso y trato más que nada en edificar mi presencia para que las chicas copien eso. Intento que, más allá de que hagamos un deporte que es de hombres, remarquemos que no dejamos de ser mujeres”.

Nacida en Wilde, Provincia de Buenos Aires, Yésica Bopp tiene un récord de 31 combates ganados (13 por knockout) y una única derrota. Pronto se la podrá ver de nuevo arriba de un ring, ya que tiene ganas de volver a ponerse los guantes y competir: “vengo entrenando para pelear a fines de julio o agosto, todavía no está confirmado donde será”.