El fútbol es el deporte más practicado en el mundo entero y no hay ninguna traba para que se lo pueda practicar, solo contar con una pelota o algún objeto esférico y algo con que marcar un arco. Esto muy bien lo saben los chicos que juegan al fútbol adaptado en sillas de ruedas motorizadas.

Lorena Lardizabal es la presidenta de Powerchair Football Argentina, la fundación que maneja este deporte en el país y conversó con Marketing Registrado. Con el fin de brindarle las posibilidades a los chicos que quieren practicar este deporte pero tienen alguna dificultad, la Fundación trabaja codo a codo.

“Powerchair nació espontáneamente porque lo conocimos este deporte en una convención en Estados Unidos. Era una convención de atrofia espinal muscular que es la patología que tiene mi hijo menor. Al verlo quedamos maravillados con mi marido porque dijimos esto es fútbol, fútbol en sillas de rueda a motor. Acá en la Argentina es el único deporte en equipo que se los chicos con esta enfermedad pueden practicar. Asique en cuanto lo vimos no dudamos en traerlo y nos relacionamos con la gente que lo practica en Estados Unidos. La presidenta nos dio mucha información y decidimos armar la fundación para dar pie al desarrollo de este deporte”, dijo Lardizabal.

Además, agregó: “Una vez que armamos la Fundación y el equipo, empezamos a tomar los supuestos clientes de esta empresa, que son los jugadores. Comenzamos a visitar clínicas y centros de rehabilitación para buscar a nuestros futuros jugadores y así se formó la primera sede en Pacheco, donde empezó a rodar la pelota. Luego abrimos otra en Rosario, se sumó Mar del Plata y al año siguente abrimos otra sede en Córdoba. Esos fueron los primeros cuatro clubes donde empezamos a practicar Powerchair”.

El Powerchair trajo una actividad que no existía al país, donde las personas que quieren realizar una actividad, muchas veces no pueden por la poca inversión que hay. “No existe un deporte adaptado en equipo para las personas que tienen estas patologías que las condicionan a manejar una silla de ruedas motorizada. No pueden utilizar sus manos para jugar a otro deporte, estas personas que utilizan las sillas de ruedas a motor no pueden participar de otros deportes por sus posibilidades”.

La Fundación se maneja a través de donaciones hechas por las personas interesadas. Esto es fundamental para Powerchair. Lorena Lardizabal, Powerchair: “Hoy en Argentina hay más de 120 chicos que juegan al fútbol en sillas de ruedas adaptadas”