Juan Marchetti, integrante de Floresta Rugby Club, institución que en 2018 intentará festejar sus primeros diez años de vida, conversó con Milenium Sports sobre la problemática que está aquejando a la institución. La falta de un espacio físico para desarrollar el deporte podría llevarlo a ser desafilado de la Unión de Rugby de Buenos Aires ellos trabajan a destajo para conseguir un lugar donde los chicos puedan seguir jugando.
“Hay un proyecto de ley que lo impulsó el legislador Hernán Rossi, que pide la cesión de unas canchas donde la idea es hacer una cancha de rugby y una de hockey para sumar a las hermanas de los nenes que ya juegan en el equipo. Además, también queremos hacer un quincho para que los chicos puedan festejar ahí sus cumpleaños. De lunes a viernes cuando nosotros no usemos el predio queremos que los colegios de la zona de Parque Avellaneda puedan usarlo como campo de deportes”, comentó Marchetti.
Además, agregó: “Nuestra idea no es que sea exclusivamente de nosotros sino que también sea de la comunidad a la cual representamos, que hoy en día son más de 250 chicos y de los cuales el 50% de ellos están becados por un tema económico.”
Floresta Rugby Club se mueve gracias al apoyo y el trabajo que sus mismos jugadores hacen por él. “Venimos de un año muy difícil en lo económico y lo primero que las familias le quitan a los chicos es el deporte o los gastos no necesarios, por así decirlo. Pudimos zafar de una desafiliación y este año intentaremos seguir haciéndolo. Los que estamos dentro de este proyecto hacemos todo a pulmón.”
“Nuestro club reúne jugadores de Floresta, Mataderos, Parque Avellaneda, Villa Cildañez, Ramón Carrillo y la Villa 1-11-14. Nuestra influencia es muy importante ya que desde chico uno empieza a tener el chip de que el límite se lo pone uno. Hay muchos chicos que antes de llegar al club no habían pensado en hacer un terciario o seguir con sus estudios y luego de un tiempo decidieron continuar estudiando. Algunos chicos son la primera generación de su familia que pueden estudiar. El rugby es un deporte pero también es un espacio formativo” explicó Marchetti.
El club ha recibido el apoyo de los conjuntos que comparten la misma situación. Sin dudas el problema es mucho más difícil para los equipos de Capital Federal ya que hay pocos lugares disponibles para llevar a cabo una actividad como esta. Marchetti es claro cuando se refiere al papel que cumplen las comunas de la ciudad y las autoridades de la Ciudad: “A la ciudad de Buenos Aires no le pedimos plata sino que nos den un lugar dentro del polideportivo en el que nosotros entrenamos se podría hacer tranquilamente una cancha de rugby. Hay muchos que se han perdido en el camino por la desilusión continua de que se acerque alguien y nos ofrezca un lugar para poder jugar. Tanto desde la comuna como de la ciudad de Buenos Aires nos han dicho que no le ceden espacios públicos a privados. Si a nosotros nos toman como privados estamos al horno. No nos han dado ninguna solución ni tampoco notamos que haya voluntad para que esto se solucione.”
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