El club Chapecoense tendrá una herida para toda la vida, pero a partir de los años, esa herida ha comenzado a cicatrizar. El avión donde se trasladaban jugadores, periodistas y tripulantes rumbo a Colombia para disputar la Final de ida de la Copa Sudamericana se estrelló cuando estaba a punto de llegar a su destino, causándole la muerte a 71 personas.

En las últimas horas la dirigencia del club brasileño informó que se llegó a un acuerdo de indemnización con 20 familias que sufrieron la pérdida de un ser querido en el accidente. Según lo que se dio a conocer, el valor de las indemnizaciones es de alrededor de 3.500.000 dólares y será repartida en partes iguales a las familias de los fallecidos.

Del accidente solo hubo seis sobrevivientes, ellos son: los futbolistas Jackson Follmann, Alan Ruschel y Neto, los tripulantes Ximena Suárez y Erwin Tumirik y el periodista Rafael Henzel. Este último murió en marzo pasado tras haber sufrido un ataque cardíaco mientras jugaba al fútbol con sus amigos.

Desde el accidente se ha creado una relación de hermandad entre el Chapecoense y todo el pueblo colombiano, en especial con los hinchas y jugadores de Atlético Nacional. Incluso, la CONMEBOL, en modo de homenaje a los fallecidos, decidió declarar campeón al equipo brasileño de la copa, por expresa solicitud del otro equipo finalista.

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