Pese a la gran contaminación ambiental que sufre y a no tener nieve natural, Beijing fue la sede elegida por el Comité Olímpico Internacional para albergar los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022.

La respuesta de las autoridades locales, que superaron en la votación a Almaty, Kazajstán, es que paliarán sus deficiencias con un alto nivel tecnológico. En total, los JJOO tendrán un presupuesto de 3 mil millones de dólares, correspondiendo 1500 millones a infraestructura.

Mientras el COI indicó que "las precipitaciones en las zonas montañosas son mínimas y para los Juegos habría que depender completamente de la nieve artificial".

Propiamente en Beijing, y de acuerdo a un informe de la BBC, no ha nevado fuertemente en los últimos 60 años.
La nieve artificial requerirá un gran consumo de agua, siendo este otro problema ya que Beijing sufre una fuerte sequía. Los 22 millones de habitantes en la capital china, hicieron insostenible el consumo del último tiempo.

En 2011, por ejemplo, se enviaron preparaciones químicas a las nubes para modificar la meteorología y generar así nieve para aliviar la sequía.

A poco más de seis años, Beijing ya trabaja para que sus dificultades naturales no compliquen su logro de ser la primera ciudad en la historia en alojar tanto los juegos de verano como los de invierno.