Muchas veces pasan desapercibidos, y en muchas otras, los pescadores son personajes que prefieren pasarla lejos de las grandes ciudades y perderse en inmensos ríos de nuestra mesopotamia, o desolados paisajes patagónicos en busca de su tesoro más preciado: El contacto con la naturaleza. Eventualmente, se pondrán felices si capturan aquel soñando pez.

La “pesca y devolución” es una de las disciplina deportivas que más linkea al hombre con la naturaleza, y al igual que el golf conecta al aficionado directamente con el medio ambiente. En el caso de la pesca, esta conexión es total, a tal punto que muchas veces se buscan lugares recónditos para su práctica, lo que garantiza por un lado esa tan anhelada paz que buscamos, como así también mejores capturas.

Shimano es la empresa líder mundial en la fabricación de elementos para la pesca deportiva. Basicamente cañas y reeles son sus best sellers, caracterizándose por fabricar en sus propias instalaciones practicamente el 100% de sus cañas y reeles.

La pesca es un 15% de la facturación anual de Shimano, ascendiendo a 450 millones de dólares anuales calculado a precio de fábrica, y que se distribuye a todo el mundo mediante sus oficinas comerciales, como las que en Latinoamerica Shimano posee en Sao Pablo y en Buenos Aires.

La pesca deportiva es una disciplina que abarca desde los aficionados más básicos, hasta los sofisticados consumidores de lodges de pesca que están dispuestos a invertir en su actividad cuantiosas sumas de dinero.

En Argentina existen más de 5.000 comercios que surten a los 4 millones de aficionados que hay en el país, más aquellos extranjeros que cada vez más, año a año vienen a nuestras aguas para conquistar a alguna de las 40 especias que posee Argentina. Estos turístas extranjeros, cuentan con una oferta de más de 500 guías de pesca especializados, y toda una industria alrededor de la pesca, que genera gastos de superiores a los 150 dólares diarios por pescador.

Esta claro que la pesca se ha convertido en una importante fuente de ingresos para las provincias, ya sea por cantidad de pescadores, como el caso de las mesopotamicas Corrientes o Entre Ríos, como por lo selecto de sus visitantes, como las patagónicas Rio Negro, Neuquén, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego.

Solo en los ríos Chimehuin y Limay medio, la pesca genera negocios por más de 4 millones de dólares. Mientras que para la Ciudad de Bariloche, los ingresos por esta actividad ascienden a 8 millones de dólares anuales.
Los pescadores extranjeros en Tierra del Fuego, dejan en esas tierras unos 4,5 millones de dólares al año, mientras que más al norte Entre Ríos y Corrientes tienen ingresos anuales entre 40 y 52 millones, gracias a la generosidad de sus ríos y a los servicios que se han desarrollado en esas áreas. Corrientes, además, se ha convertido en el principal destino de pesca de los brasileros del sur de Brasil, que sufrieron las consecuancias de la depredación de sus ríos por parte de los pescadores comerciales o furtivos.

La provincia de Buenos Aires, posee unas 500 lagunas y se estima que cada una de ellas factura entre 50 y 100 mil dólares al año. Además de toda la pesca de mar que se dá en la costa bonaerense.