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Los dirigentes y el desafío de pasar de las palabras a los hechos

Los dirigentes y el desafío de pasar de las palabras a los hechos
Miércoles 23 de Abril de 2014
Cuantas veces hemos escuchado de parte de los candidatos a presidentes de los clubes de fútbol, que entre sus promesas de campaña estaban la realización de una auditoria, y la investigación en pleno de la gestión anterior, con la posible consecuencia de una denuncia penal. Miles.

¿Cuantos han cumplido su promesa? Pocos, casi ninguno.

Si hay algo que cruza trasversalmente a todo el fútbol argentino es que la mayoría de las dirigencias dejan mucho que desear en varios aspectos de gestión. Falencias en el aspecto económico y financiero, falta de desarrollo en el aspecto del marketing y la comunicación, mínimos proyectos a mediano y largo plazo. Salvo algunas excepciones, la mayoría de las dirigencias se preocupan por lo que pasa dentro de la cancha, y algunas fallan en eso también.

Con este panorama, suena lógico que cada vez que se acerque una elección los aspirantes al cargo hablen de auditorías, balances, investigaciones, y denuncias. La lógica indica que si algo se hizo mal, debe ser investigado, y en caso de que se haya hecho adrede debe ser penalizado.

Una vez más, hay un parámetro que une a varios –casi todos- los clubes de nuestro país, y es que cuando un candidato se convierte en presidente, en la mayoría de los casos, no realiza las investigaciones mencionadas en el párrafo anterior. La dinámica del fútbol, las compras y ventas de jugadores, la emergencia económica, son temas que sirven para dejar atrás esa promesa, y nunca llevarla a cabo.

Este no es el caso de Rodolfo D’Onofrio, que recibió al Club Atlético River Plate en ruinas de manos de Daniel Alberto Passarella –en realidad de Diego Turnes, porque Passarella ni se animó a presentarse en la entrega de mando-. Al igual que sus competidores, D’Onofrio prometió auditorias, presentación de balances, investigación, y llegado el caso, recurrir a la justicia.

Una vez en el poder, la realidad del club de Nuñez era peor de lo que imaginaban. El descalabro económico era impresionante. La situación de terapia intensiva. En paralelo al trabajo, se encargó a la consultora Price Watherhouse Coopers, que realice la auditoría de la última administración del club de Núñez.

Esta semana, luego de recibir el informe preliminar y según informa Olé, se presentó la denuncia por Administración Fraudulenta en el Juzgado Nacional en lo Crininal de Instrucción 28, a cargo de la jueza Rita Acosta y el expediente fue confeccionado a partir de las acusaciones de D'Onofrio y y el vicepresidente primero Jorge Brito.

"Con la responsabilidad que me cabe como presidente de River, si hubo algún delito lo denunciaremos en el ámbito que corresponde: la Justicia. Hay que terminar con la impunidad en River", dijo D’Onofrio a Telam el mes pasado, y ahora cumple.

Por eso, vale la pena buscar una mínima cuota de esperanza, y aferrarse a esa para soñar que el fútbol argentino puede salir de la crisis que vive hace varios años.