No es novedad que la bicicleta ha sobrepasado los niveles de artículo deportivo o de transporte, y se ha posicionado en los últimos años como un item absolutamente aspiracional, casi de culto.

Basta con mencionar que marcas icónicas como Lamborghini, McLaren o Ferrari poseen sus propios modelos, o con remarcar el boom que han tenido los talleres de restauración de bicicletas clásicas, o las fábricas artesanales de bicis hand y/o custom made, que pueden superar –y por mucho- el valor de un carro chico o mediano.

También basta con recorrer un centro comercial y revisar las vidrieras de las marcas más glamorosas para darse cuenta del gran vínculo aspiracional que existe entre las bicicletas y el lifestyle que éstas marcas quieren transmitir. Para esto, por supuesto, hay bicicletas para cada uno de los perfiles de consumidores. Y, al igual que con las marcas de celulares, las marcas de carros, etc., tenemos una bicicleta para cada target al que querramos apuntar. Desde sofisticados early adopters de la última tecnología, melancólicos vintage, orientados por la funcionalidad, los ecologístas, los orientados por el deporte y la performance, o simplemente clásicos.
Las publicidades gráficas tambien son un claro ejemplo del gran valor aspiracional que transmite la bicicleta en determinados segmentos.

LifeStyle en Estado Puro

La correcta selección de la bicicleta a utilizar, junto con el correcto look and feel de la puesta en escena, toma, o propuesta de imagen dan como resultado una transmisión de lifestyle muy directa. Sin muchas más palabras que agregar, el consumidor premium inmediatamente interpreta lo que el mensaje marketinero transmite.

Relojes, cafeteras, carros, marcas de ropa ABC1, y ahora bicicletas sin dudas son los nuevos drivers de la comunicación en la actualidad.