Hace más de dos meses, tuve que frenar en seco. Tuve que bajar de la moto, quitarme el casco y resignarme a quedar fuera del Rally Dakar 2015. Algo tan absurdo como una piedra que sale disparada de otra moto y te golpea en la mano, me dejó fuera de la carrera. Y no sólo a mí, sino también a millones de bolivianos que soñaban y se ilusionaban con cada kilómetro que yo recorrería, con cada obstáculo que yo superaba.

El tiempo ha pasado, la fractura se ha curado y la cicatriz prácticamente no existe. Aquí estoy nuevamente, montado en la moto, con el casco ya puesto y los guantes ajustados. La máquina está encendida, solo falta dar el primer acelerón. La arena y el sol y Abu Dhabi serán el escenario en el que volveré a sentir la adrenalina, en el que mi corazón volverá a palpitar a mil.

Estoy listo para volver a correr y avanzar, listo para quemar los kilómetros que sean necesarios y así llegar lo más lejos posible. Tengo el mejor combustible que cualquier piloto pudiera desear, y ese combustible es el apoyo que día a día recibo de millones de compatriotas que están pendiente de lo que hago.

#LAREVANCHA está en marcha. El #DAKAR2016 es el objetivo final. El primer paso lo daremos mañana, bajo el intenso sol y en medio de las interminables dunas de Abu Dhabi. ¿Se animan a correr conmigo?