Es una Pena. Es una lástima. Es bochornoso. Es vergonzoso.

Sigo mirando las imágenes, y todavía no lo puedo creer. Ni en el peor de los sueños, nadie hubiera imaginado semejante papelón, tremendo desenlace.

Todos los que amamos el deporte, y en especial el fútbol, disfrutamos de la previa y de lo que significaba semejante contienda deportiva.

Dos de los clubes más grandes del mundo. Los dos, más importantes de la Argentina frente a frente, otra vez en una Copa Internacional. Con todo lo que ello significa. Deportivamente, y en lo estrictamente económico.

La Televisión, se preparó como nunca. Los Sponsors también. Ni hablar los hinchas y los jugadores.

No era un partido más. Eran los Octavos de final de la Copa Libertadores.

Tanta espera, tanta ilusión, para que unos pocos arruinen todo. En cuestión de segundos, se nos esfumó la fiesta. Nos sacaron el fútbol, nos quitaron la ilusión.

Nunca depende de nosotros. Siempre de terceros. Nosotros somos, solo espectadores.

No organizamos el partido. No armamos la estrategia de los entrenadores, no salimos a jugar. Solo, pretendemos, disfrutar.

Pero la Barbarie, otra vez, dijo presente.

Y las falencias, y las miserias, otra vez volvieron a copar la escena.

No se podía jugar. Pero a los jugadores de Boca, eso, no les importaba.
No se podía jugar. Pero CONMEBOL insistía hasta las últimas consecuencias.

No se podía jugar. Pero el partido no se suspendía.
No se podía jugar, pero durante 80 minutos, los jugadores estuvieron presos en el campo de juego.

No se podía jugar. Era obvio. Para hasta que alguien llamó. Nadie sabia que iba a pasar.

Fueron unos pocos. Nos perjudicamos todos. Sobre todo los que formamos parte genuina de esta historia.

Nos perjudicamos los hinchas del fútbol. Se perjudicaron los sponsors que invierten mucho dinero para estar. Se perjudicaron quienes pagaron los derechos de televisión.

Se perjudicaron los televidentes. Y sobre todas las cosas, se perjudicó una vez más la imagen del fútbol argentino.

Donde una vez más, quedo en evidencia cada una de sus falencias.

Me duele en el Alma. Desde aquí, siempre, intentamos avanzar en la profesionalización del deporte.

En soñar alguna vez que podamos crecer, y estar realmente a la altura de las circunstancias.

Me vuelvo a frustrar, pero no bajo los brazos. Pero es un golpe duro.

Pudo haber sanciones ejemplificadoras, y marcar el camino…. Pero tampoco.

Boca respira aliviado, pudo haber sido peor. River, festeja, sigue en la Copa… pero de esta forma?

En fin.

En otra columna me ocupare de los números. De lo que efectivamente se perdió, en términos económicos, con semejante bochorno.

Por ahora, solo expreso mi tristeza.

Ojalá, no vuelva a pasar.