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¿Se puede entrenar resfriado?

¿Se puede entrenar resfriado?
Viernes 22 de Julio de 2016
Interrumpir con un plan de entrenamiento para guardar reposo no necesariamente es la solución para curarse de un resfrío; un poco de ejercicio hasta le puede dar un empujón a sus defensas.

Estabas tomando ritmo a tu entrenamiento, cumplías como un reloj con el gimnasio, tan ansioso que estas con la competencia del fin de semana, y llega el frio con esa picazón en la garganta, en la nariz o un poco de tos que reconocemos como síntomas del resfrío que está por venir y sientes que debes interrumpir tu entrenamiento,… ¿o no?

¿Es realmente necesario parar de entrenar cuando se está resfriado?
¿Me bajarán las defensas?
¿Me hará mal?

“Está comprobado que el ejercicio de intensidad baja o moderada estimula el sistema inmune favorablemente”, explican médicos deportivos, “siempre y cuando los síntomas involucren solo la parte superior de las vías respiratorias (del cuello para arriba)”.

Es decir que en esa fase en la que ya se sienten los primeros malestares del resfrío no hay por qué interrumpir el ejercicio; solo hay que tener el cuidado de limitar su intensidad y de mantenerse bien hidratado, porque durante un resfrío es más fácil deshidratarse.

“El ejercicio ayuda positivamente si es moderado o suave, pero en altas intensidades puede empeorar el estado porque compromete el sistema inmune”, concluyen los médicos.

El reposo es la mejor opción si los síntomas empeoran o si llega la fiebre.

Si el atleta presenta fiebre, el ejercicio es absolutamente contraindicado porque aumentaría las demandas nutricionales y metabólicas del organismo, que está invirtiendo sus mejores energías en combatir al virus en nuestro cuerpo.

En ese caso es mejor parar unos días hasta recuperarse bien y no alimentar ese resfrío que nos llevaría a una recaída que puede ser mucho peor.

Una vez que los síntomas mejoran y ya no hay fiebre se puede retomar el ejercicio de baja intensidad y aumentar el volumen y las cargas del entrenamiento poco a poco conforme los síntomas desaparecen hasta retomar el nivel previo al resfrío.

No entrenar cuando...
1. En general, si los síntomas están por debajo del cuello (sensación de debilidad, dolor de pecho, malestares físicos, etc.)
2. Tiene fiebre.
3. Siente que le falta el aire incluso estando en reposo.
4. Siente congestión en el pecho.
5. Los músculos o el cuerpo le duelen.
6. Presenta vómito o diarrea.

Podes entrenar cuando...
1. Los síntomas están por encima del cuello (congestión nasal y dolor de garganta)
2. Los síntomas mejoran o se mantienen estables.
3. Se siente vigoroso y no presenta debilidad muscular.
4. La intensidad de su entrenamiento es suave o moderada.

Por ello, puedes entrenar si estas resfriado, siempre y cuando no tengas fiebre y tus pulmones no estén comprometidos. Si entrenas con un resfriado, recuerda que lo que buscas es elevar las defensas de tu cuerpo, y no prolongar la condición, para lo cual es importante no estresar al cuerpo exigiéndolo.