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Tiempo de balances

Tiempo de balances
Martes 23 de Agosto de 2016
Río de Janeiro se despidió a lo grande del centro de la escena del deporte mundial. Más de 11 mil deportistas de más de 200 países pasaron por la Cidade Maravilhosa y los más afortunados se vuelven a sus casas con alguna medalla en sus valijas. Los que no se subieron al podio, se llevan también distintas enseñanzas que arroja esta competencia, signada por el espíritu deportivo, los valores y un amateurismo cada vez menos real pero siempre presente.

La Argentina cerró Río 2016 con una actuación histórica. En unos Juegos que ya iban a ser recordados como los de la delegación albiceleste más grande, con 213 hombres y mujeres, las tres medallas de oro y una de plata hicieron que desde Londres 1948 sea la mejor actuación nacional.

Paula Pareto, la dupla Santiago Lange - Cecilia Carranza y los Leones se subieron a la cima del podio. Juan Martín Del Potro no pudo en la final contra Andy Murray pero sus triunfos ante Novak Djokovic y Rafa Nadal y su semana de un tenis deslumbrante, hicieron que esto poco importase.

Braian Toledo llegó a la final en lanzamiento de jabalina y a sus 22 años espera con ansias saber qué le deparará Tokio 2020. Después de algunos años de incertidumbre, Germán Chiaraviglio también fue finalista, en salto con garrocha, y puso muy contentos a todos.

Los diplomas del rugby seven, de Emiliano Grillo y de la Selección de vóley masculino, reafirman grandes presentes.

El básquet, con la Generación Dorada despidiéndose y El Alma en su esplendor, no pudo hacer nada contra un Estados Unidos que mostró todo su poderío.

Las Leonas jugaron sus primeros Juegos Olímpicos sin Luciana Aymar, con un plantel muy joven y aunque la garra fue la de siempre, faltó algo de suerte que las guiara a su quinto podio olímpico consecutivo.

El fútbol, terminó como empezó. Si a menos de una semana del torneo no se sabía con qué plantel iba a asistir la Argentina, la eliminación en primera ronda sólo ratificó una gestión ineficiente y dejó expuestos a un grupo de jugador y a un Vasco Olarticoechea que hicieron lo que pudieron.

Tokio 2020 aparece en el horizonte, pero aún muy lejos. Río 2016 fueron los primeros Juegos Olímpicos con el ENARD presente durante todo el ciclo previo. Antes de la cita asiática, vendrán por ejemplo los Panamericanos de Lima 2019. Antes, en 2018, serán los Juegos Sudamericanos en Cochabamba.

Es tiempo de análisis. De evaluaciones. De festejar medallas y diplomas y de pensar en lo que se viene. Que los podios no tapen el bosque.