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Ciclismo: Lo vintage que renueva

Ciclismo: Lo vintage que renueva
Jueves 15 de Diciembre de 2016
La tendencia “fixie” ya ha dejado de ser un amague de la industria, y se ha ganado un lugar en la escena del ciclismo a nivel mundial.

Lo que antes era una rareza, hoy es una categoría que ha dejado las calles y la noche, para ocupar lugares destacados en los centros de entrenamiento y en los pelotones de ciclistas profesionales.

Ya es moneda corriente ver a verdaderos fixeros, con medidores de potencia, zapatos automáticos de última generación, medidores de ritmo cardíaco, y todos los gadgets habidos y por haber en la industria del ciclismo premium.

Además de traer tatoos, barbas, y peinados raros al ciclismo, la movida fixie suma a la mujer en un grado de igualdad en número y calidad que asombra y supera con creces al ratio de participación que vemos en la ruta y en el mountain bike.

Si bien aún no se animan a competir en gran número (pedalear con piñón fijo requiere cierto grado de destreza y un especial acostumbramiento), se las ve muy activas a ellas en la escena fixie.

Las oportunidades que este nicho presenta como tal, tienen que ver sin dudas con un corrimiento de las fronteras y la incorporación al “mercado de consumo” de ciclismo –y fitness en general- de un gran número de “new comers”, que sin dudas deberán invertir en equipamiento, coaching, servicios técnicos, indumentaria, accesorios, nutrición deportiva, etc.

Aunque, más allá de las oportunidades directamente relacionadas a la industria, la principal oportunidad de este nuevo micro mercado se presenta para otras industrias que pueden encontrar en este segmento un “lifestyle” muy específico, un alto grado de identificación y exteriorización por parte de sus entusiastas de todos los aspectos de la cultura fixie. Sin dudas un excelente canal de comunicación para aquellas compañías que busquen relacionarse con atributos urbanos y clásicos, pero de alto rendimiento y gran modernidad.