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Volvió el fútbol, pero nada cambió

Volvió el fútbol, pero nada cambió
Lunes 13 de Marzo de 2017
La última quincena diciembre, enero y febrero completos, y diez días de marzo tuvieron que pasar para que la pelota volviera a rodar oficialmente en los campos de juego del fútbol argentino. La Primera División retomó la segunda mitad de su campeonato 2016/17, en un semestre muy ajustado donde deberán jugarse más de doscientos partidos en cuatro meses.

Atrás quedó (¿seguro?) el paro de Futbolistas Argentinos Agremiados, las disputas a las que se sumaron los entrenadores y los árbitros. Se postergó por varias semanas la resolución de la polémica licitación por los derechos de televisación. Entre tanto barullo, la Selección Sub 20 clasificó al Mundial y en el camino quedaron los del Sub 17, ambos planteles rehenes de las desatenciones de una dirigencia que busca acumular poder sin gestión a cambio.

Volvió el fútbol. 15 partidos por fin de semana. Pero, ¿cambió algo? El anillo del “Todo Pasa” de Julio Humberto Grondona está más presente que nunca y podía pasar desapercibida la vuelta de los hinchas visitantes, de no haber sido por los incidentes en Banfield – Boca y Racing – Lanús. Esto, por ejemplo, derivó en que Racing decidiera no aceptar más hinchas rivales en lo que resta del torneo.

Mientras tanto, el 29 de marzo aparece signado en el calendario como el día de las elecciones en la AFA. La Comisión Normalizadora dejará sus funciones con una tarea a medio cumplir. Claudio “Chiqui” Tapia asoma como único candidato para presidir un fútbol argentino a la deriva.

Desde la muerte de Grondona, la Argentina ha perdido su representación clara y concreta en FIFA y CONMEBOL. Además, a la Selección no la acompaña lo deportivo y tendrá por delante seis fechas donde se jugará nada más y nada menos que la clasificación al Mundial de Rusia.

Los días, las semanas y los meses pasan. Los frentes, lejos de cerrarse, se multiplican. La pelota ya rueda en las canchas del fútbol argentino. Los hinchas, los valientes, están en las tribunas. Pero, ¿cambió algo?