Columnistas

Historia o millones: ¿Qué hará la FIFA con el Mundial 2030?

Historia o millones: ¿Qué hará la FIFA con el Mundial 2030?
Jueves 4 de Mayo de 2017
Montevideo, octubre de 2005. Joseph Blatter, por entonces en libertad y en plenitud como presidente de la FIFA, visitaba Uruguay conmemorando los 75 años de la primera Copa del Mundo de la FIFA. Tabaré Vázquez, presidente uruguayo, lo recibió y allí comenzó a mencionarse por primera vez el interés de organizar la Copa del Mundo de 2030, como homenaje al primer centenario del evento deportivo más importante del mundo.

En 2007, con Julio Grondona al frente de la AFA, la Argentina se acopló por primera vez y de manera oficial al proyecto. Meses después, algunos países de la CONMEBOL apoyaron la idea.

Desde un primer momento, la FIFA se mostró afín a la idea de celebrar una nueva Copa del Mundo en Sudamérica, en lo que sería dieciséis años después de Brasil 2014.

Tras varias idas y vueltas pero sin novedades concretas, ya sin Blatter, FIFAGate mediante, ni Julio Grondona, fallecido, el proyecto tuvo mayor repercusión mediática ante la reunión de Tabaré Vázquez, en su segundo mandato como presidente uruguayo, y Mauricio Macri, en uno de sus primeros actos como mandamás argentino. "Reiteramos que vamos a trabajar en conjunto para aspirar a la organización del Mundial 2030 en Uruguay y Argentina", comentaba por entonces el ex presidente de Boca.

Brasil aún paga, y lo hará por décadas, el altísimo costo de organizar una Copa del Mundo en un país sin el dinero necesario. Según estudios, el Mundial en tierras cariocas tuvo un valor de 14 mil millones de dólares.

¿Están Uruguay y Argentina en condiciones de afrontarlo? Al parecer, mientras ambos gobiernos toman el proyecto 2030 como objetivo y forma parte de sus discursos, la FIFA rápidamente encontró otra $olución: China.

En base a la relación del gigante asiático y la casa madre del fútbol mundial, en marzo de 2016, cuando los inversores privados y las empresas le daban vuelta la cara a una FIFA totalmente vapuleada, el grupo Wanda, dedicado a los bienes raíces y el entretenimiento, apostó por el fútbol. Firmaron un contrato por cuatro mundiales, justamente hasta el del 2030.

China, en paralelo, invirtió millones de dólares en reforzar sus equipos con jugadores de renombre internacional buscando promover un deporte poco popular entre sus más de 1.400 millones de habitantes.

Ahora, hace muy pocas horas, la FIFA permitió dudar acerca de la vieja intención de honrar la historia y festejar los 100 años de la Copa del Mundo en tierras sudamericanas, y llevó a posar los ojos en tierras asiáticas.

Con Rusia 2018 (Europa) por delante, Qatar 2022 (Asia) es la próxima parada. En 2026, todo indica que CONCACAF la recibirá con los brazos abiertos, candidatura tripartita mediante entre Estados Unidos, México y Canadá.

Sin embargo, para 2030, la FIFA ya abrió el paraguas. El reglamento no permite otorgar la sede de 2030 a un continente que haya sido elegido en los dos mundiales anteriores, por lo que Asia, tras Qatar en 2022, quedaría vetado. Pero, aclararon los dirigentes, el Consejo puede resolver otra cosa.

El Congreso de la FIFA en Bahrein, con Gianni Infantino a la cabeza, seguramente muestre novedades al respecto.

¿Quién ganará? ¿La historia o los millones?