Jueves 22 de Diciembre de 2016
En Río Tercero, provincia de Córdoba, José María Pechito López es hijo pródigo. El piloto de 33 años inauguró recientemente su museo de vida, en la estancia La Elvira que posee su familia y muy pronto podrá ser visitado por todos los fanáticos del automovilismo.
Citroën y TOTAL tienen un rol fundamental en el museo, donde se destaca el C-Elysée del Team Citroën TOTAL con el que Pechito se consagró tricampeón del mundo de WTCC en 2014, 2015 y 2016.
De visita en el museo, pudimos charlar con él, quien se mostró muy emocionado. “Siempre cuando uno entra a un lugar así, donde hay cosas tan importantes, con tus 25 años en el automovilismo, genera muchas cosas”, dijo.
“Me pasan muchísimas sensaciones por todo lo que pasó en este tiempo, los lazos que uno creó y las personas que pasaron por el camino. Es una especie de máquina del tiempo, donde te trasladas a cada uno de los años”, agregó.
“Valoro muchísimo lo que logré, estas cosas ayudan a poner los pies sobre la tierra, sobre todo cuando hay por ahí un momento no muy bueno. Acá no está sólo lo bueno, sino también lo no tan bueno. De cierta manera está bueno vivir todo eso, ojalá podamos agrandarlo y sean 25 años más de automovilismo”.
“Creo que lo más lindo, que es la vedette del museo, es el C-Elysee con el que logré mis tres campeonatos. Después, cada una de las cosas son lindas. Los fanáticos del TC tendrán mis tres autos con los que gané, al igual que el auto de Top Race con el que peleé el último campeonato, todos los buzos y más. El fanático tiene para entretenerse”, concluyó.
Citroën y TOTAL tienen un rol fundamental en el museo, donde se destaca el C-Elysée del Team Citroën TOTAL con el que Pechito se consagró tricampeón del mundo de WTCC en 2014, 2015 y 2016.
De visita en el museo, pudimos charlar con él, quien se mostró muy emocionado. “Siempre cuando uno entra a un lugar así, donde hay cosas tan importantes, con tus 25 años en el automovilismo, genera muchas cosas”, dijo.
“Me pasan muchísimas sensaciones por todo lo que pasó en este tiempo, los lazos que uno creó y las personas que pasaron por el camino. Es una especie de máquina del tiempo, donde te trasladas a cada uno de los años”, agregó.
“Valoro muchísimo lo que logré, estas cosas ayudan a poner los pies sobre la tierra, sobre todo cuando hay por ahí un momento no muy bueno. Acá no está sólo lo bueno, sino también lo no tan bueno. De cierta manera está bueno vivir todo eso, ojalá podamos agrandarlo y sean 25 años más de automovilismo”.
“Creo que lo más lindo, que es la vedette del museo, es el C-Elysee con el que logré mis tres campeonatos. Después, cada una de las cosas son lindas. Los fanáticos del TC tendrán mis tres autos con los que gané, al igual que el auto de Top Race con el que peleé el último campeonato, todos los buzos y más. El fanático tiene para entretenerse”, concluyó.
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