En un impensado escenario la localidad boliviana de Yacuiba ostenta uno de los estadios más “insólitos” del mundo al estar edificado en medio de una zona fronteriza y encontrar divida su tribuna principal del resto del estadio por la división entre dos países.

Con uno de sus graderíos situado en Argentina el estadio y su infraestructura compone hoy un gris desde lo legal al no ser el paso válido entre fronteras, en donde se realizan los respectivos controles, como sí pasa en el Puente Internacional Salvador Mazza.

Lejos de polemizar al respecto, Ramiro Vallejos abogado de la zona asegura que, “Vivimos en una zona fronteriza, donde, más allá de los límites territoriales y de líneas demarcatorias, está la hermandad de los pueblos”.

Y enseguida añade que la obra favorece a la convivencia de los locales y que “ayuda a que se embellezca la frontera, principalmente el paso fronterizo hacia la población de Salvador Mazza”.

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