CONMEBOL Libertadores

Informe: ¿Por qué los clubes brasileños prefieren el Brasileirao antes que la Libertadores?

Informe: ¿Por qué los clubes brasileños prefieren el Brasileirao antes que la Libertadores?
Jueves 16 de Mayo de 2019

Paradójicamente, seis de los 16 equipos clasificados a los Octavos de Final de la CONMEBOL Libertadores son brasileños, cuatro fueron líderes de grupo con los mejores puntajes y ninguno tiene como prioridad a la Copa.

Copa que según cuenta el mito se fundó a finales de los años 50’ en la sede del Club Atlético Peñarol y que hoy ya tiene casi 60 años de historia, con campeones provenientes de siete de las diez asociaciones que componen la Confederación, y que en los últimos años incrementó sus premios exponencialmente pero que aún no logra competir con un mercado que por momentos parecería ser autónomo y estar aislado del continente como es el brasileño.

Hasta hace no mucho, el Brasileirao otorgaba premios bastante cercanos a los que daba la Copa, con las ventajas de ahorrar viajes largos, climas y condiciones extremos y el 10% de comisión que exigían desde Luque por cada partido en condición de local.

Sin ir más lejos, la Copa do Brasil otorgó al Cruzeiro, como campeón en el 2018, una suma de U$S 15,7 millones, superior a los 10,9 millones de dólares que ofrecía la Libertadores hasta la temporada anterior.

Según Alfredo Loebling, ex árbitro y actual periodista brasileño de amplia trayectoria quien charló en exclusiva con Marketing Registrado, los motivos detrás de esta preferencia han ido mutando y tienen cierto trasfondo histórico pero son netamente económicos.

La forma de jugar la Copa Libertadores para los equipos brasileños tuvo un antes y un después gracias a la ‘Democracia corinthiana’ presidida por futbolistas como Sócrates, más allá de que se materializó con Telé Santana y el Sao Paulo en 1992”, inició relatando Alfredo quien le atribuye un gran porcentaje de este cambio a la designación de Tokio como sede de la final Intercontinental y con ello una motivación extra para las marcas.

Sócrates creó un proyecto llamado ‘Proyecto Tokio’ que nunca se llegó a materializar pero apuntaba a elevar al club a nivel internacional, y esa fue la primera vez que un club brasileño miró la Libertadores de manera diferente”, explicó Loebling no sin antes añadir: “La puerta de salida al mercado internacional a fines de año (Copa Intercontinental) representó una motivación para los clubes que estaban resentidos con la CONMEBOL tras finales que se jugaban en terrenos nada neutrales dentro del mismo continente”.

Antes era muy distinto, el mismo Santos de Pelé prefirió jugar torneos amistosos internacionales antes que la Libertadores después de ser bi campeón del mundo”, cerró Alfredo.

Y es que el aparente “complot” de la CONMEBOL hacia la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), o bien el peso político dentro del organismo ha jugado un papel clave en el interés por el torneo, más allá de que el motivo principal siga sin alejarse de lo económico y comercial.

Resulta curioso observar como las multinacionales invierten en casi todos los países latinoamericanos a excepción de Brasil, en donde según explica un estudio realizado por IBOPE Repucom, los costos por patrocinio son mucho más elevados que en otros mercados, además de que las estrategias comerciales de desembarco son mucho mejor focalizadas en un solo mercado que cuenta con 200 millones de habitantes.

No obstante, las más recientes mejoras en cuanto a las condiciones de los estadios y organización en general, propuesta por la actual gestión de la CONMEBOL han logrado motivar a clubes de Brasil a interesarse aún más por el certamen, en paralelo con un nuevo incremento de premios que hoy le otorga al campeón la cifra acumulada de USD 20.400.000.

Es decir que, de momento las condiciones estarían equiparadas, casi 60 años después, para que la Libertadores sea realmente el torneo más importante del continente, pero como todo proceso llevará tiempo y tendrá que sostener dicho modelo hasta que la Copa alcance el “nivel europeo” del cual se toma referencia todo el tiempo.

Foto: El Universo