Algunos dicen que los penales son producto de la suerte, tanto para los que deben ejecutarlos como para los que deben intentar atajarlos. Otros, que estos son una parte más de los partidos de fútbol y que deben ser practicados en los entrenamientos como cualquier otra jugada.

En este caso, queda comprobado, que lo que sucede tiene más que ver con la segunda, que con la primera de las dos variantes. Se trata del jugador Norik, Avdalyan, que, a través de un lanzamiento desde los once pasos, con una pirueta incluida, fue el autor del penal más raro de la historia.

El jugador del Rubin Kazán 2, equipo filial del FC Rubin Kazán fundado en 1997, que está disputando el Campeonato de Tatarstan de la Liga Nacional de Estudiantes, fue a corriendo a patear y en el momento posterior a impactar la pelota realizó una pirueta que dejó atónito al arquero rival, sin darle la chance de reaccionar para intentar atajar el tiro.

El gol fue el segundo del partido, que luego tendría un resultado final de 4 a 0. Este penal será uno de los más recordados del año y de la historia del fútbol. La jugada puede ponerse al mismo nivel que, por ejemplo, el “Escorpión”, aquella pirueta implementada por el arquero René Higuita, que se suspendió en el aire e inclinó su cuerpo para adelante haciendo que sus piernas rechazaran un disparo del jugador inglés Jamie Redknapp en un partido amistoso entre las Selecciones de Inglaterra y Colombia en 1995.

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