Cualquiera pensaría que la fama, el dinero y jugar en uno de los deportes más vistos en Estados Unidos sería una motivación extra para aquellos afortunados que viven de ello. Sin embargo, a fines del año pasado salió a la luz que reveló que el 40% de los jugadores de la NBA padecen problemas relacionados a la ansiedad y la depresión.

Según especialistas esto no es ninguna novedad. Las estrellas del deporte mundial viven una realidad totalmente distinta. Para muchos la abundancia de lujo termina siendo un gran vacío emocional.

Hay gestos que ayudan a entender esta situación. La mayoría de los jugadores siempre están con sus auriculares escuchando música, están aislados, mirando hacia abajo. Muchos no quieren jugar juntos porque hay una gran competitividad y celos entre ellos.

Para intentar solucionar este problema, la NBA ha incrementado en los últimos años su desarrollo en la capacitación y acompañamiento de sus jugadores para que éstos no sufran la presión de lo que significa ser estrellas de deporte. En este marco, se creó un programa llamado "Career Crossover", por el cual los jugadores veteranos tienen la posibilidad de hacer pasantías no rentadas en importantes empresas.