Mientras la Selección de Uruguay afina los últimos detalles en la China Cup y se prepara para encarar una nueva cita mundialista de la mano de su más reciente patrocinador técnico, retomamos un entretenido repaso de Xavier Font en donde, entre otras anécdotas, se recuerda el día en que La Celeste no pudo lucir su marca por incumplir con el reglamento de la FIFA.
Resulta que después de haber sido vestido por adidas y por algunas firmas locales durante las Eliminatorias, Copas América y Sudamericanos a principios del siglo, la empresa L’sporto ganó una licitación por encima de otras marcas multinacionales y pasó a ser el proveedor oficial del seleccionado para la Copa Mundial de Corea-Japón 2002.
En un uniforme que más allá de resaltar el brillo de la casaca celeste, reincorporaba el cuello de tipo chomba con cordones, el número en la mitad del pecho y el logo de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) con sus cuatro estrellas bordado a la izquierda del torso, situaba su logo justo por encima del número en color negro.
Lo cierto es que el conjunto charrúa debutó en el Mundial frente a Dinamarca sin problemas, justo antes de que la FIFA notificara el error en su diseño y le prohibiera exhibir el logo de su patrocinador técnico para enfrentar después a Senegal y Francia, ya que las medidas del logo excedían a las permitidas por el reglamento.
La Selección se despidió de manera prematura de aquella cita mundialista y la marca se marcharía sin pena ni gloria justo después de ganar un torneo Sub 23 gracias a la brillante actuación de Diego Lugano y el “Palomo” Rodríguez.
Años más tarde se hizo cargo Uhisport por un breve lapso de tiempo y más adelante PUMA, hasta la fecha.
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