Las anécdotas de Carlos Salvador Bilardo son muchas a lo largo de su historia y cada una suena más graciosa que la anterior. Obsesivo del trabajo y los detalles, su disciplina llevó a la Selección argentina a conseguir la Copa del Mundo en México 1986.

Pero Bilardo también tuvo un paso importante por el fútbol argentino. Su debut como entrenador fue en su amado Estudiantes de La Plata, luego pasó al Deportivo Cali de Colombia, pasó por San Lorenzo de Almagro y volvió a viajar a Colombia para entrenar a la selección de aquel país. Tras dirigir a la Argentina en Italia 1990 dirigió al Sevilla y luego llegó a Boca. Su carrera como entrenador terminó en su querido Estudiantes.

Justamente, en este equipo, durante su última experiencia como entrenador, una mañana Bilardo presentó un entrenamiento diferente. El equipo ocupaba la mitad de la tabla y no podía conseguir regularidad. A lo largo de los partidos, el “Doctor” había encontrado un detalle del plantel que lo volvía loco y le molestaba. ¿Qué era? Que los jugadores no hablaban mucho dentro del campo de juego.

Fue entonces que un día en que tuvieron el típico fútbol 11 entre los titulares y los suplentes, Bilardo decidió sacar la pelota y plantear un partido distinto. "Nos paró como siempre y dijo "jueguen". Pero no estaba la pelota. Nos miramos con el Tanque Pavone y al principio nos empezamos a reír. Pero iba en serio. Había que pedir la pelota, hacer que la teníamos y hasta definir ante la salida del arquero”, le dijo Pablo Lugüercio al diario Olé.

Además, agregó: "Era una pelota imaginaria. ‘Vení’, ‘pico a la derecha’ nos gritábamos. Pero fue algo acertado”.

Hoy en día el teatro es una de las actividades que forman parte del club por fuera de lo deportivo. Incluso los jugadores de las divisiones inferiores pueden trabajar allí la comunicación.