El primer club argentino que realizó un acuerdo con un patrocinio fue Estudiantes de Caseros en la campaña de 1978, cuando mostró el auspicio de la "Cooperativa Sáenz Peña".

El caso de Boca Juniors es un tanto especial, más que nada por el origen de su primer sponsor, que está relacionado con el vino.

En el año 1983, Boca lució en la parte central de la parte de adelante de su camiseta la publicidad de “Vinos Maravilla”, un acuerdo que marcó un antes y un después en los patrocinios del fútbol en Argentina. Lo más particular de este acuerdo es que la marca se hizo cargo del 90% de los sueldos de los jugadores “Xeneizes” en esa época y fue por esta condición que le ganó la carrera a Hitachi, una empresa japonesa dedicada a la reparación de equipos electrónicos, como patrocinador oficial de Boca.

Para ese entonces, un patrocinio con una marca relacionada al negocio de los vinos era una auténtica rareza, debido a que los negocios de los patrocinios se encontraban las mayores marcas del momento, tanto nacionales como internacionales.

Hoy en día los coleccionistas pagan fortunas por una camiseta de esa época y muchas empresas del rubro de las bebidas de todo tipo son patrocinadores de muchos clubes del fútbol argentino y mundial gracias a Vinos Maravilla como pioneros. También hay que mencionar el dato de un antecedente de este acuerdo:

En 1967, Boca salió a la cancha con buzos con el logo de Crush, la gaseosa de naranja, sin embargo las camisetas aún se mantenían como mantos sagrados sin “ensuciarse” con patrocinios, como mencionaron los hinchas cuando se enteraron del acuerdo con la marca que tuvo su debut en un Superclásico en Mar del Plata.