Argentina llevó una delegación de 181 atletas a Tokio 2020 y si bien faltan pocos días para que la llama olímpica se apague, todavía son varios los que están en competencia. Pero hay 3 atletas de los que conforman la delegación “albiceleste” que son muy especiales por su origen, ya que no nacieron en Argentina pero defienden al país.

Erika Mercado es el único de los 3 casos en los que no hay ningún vínculo de sangre con Argentina. La jugadora de vóley nacida en Ecuador fue descubierta mientras jugaba en una playa de Esmeralda por el entrenador Sebastián Carotti. En 2008 se radicó en Argentina para comenzar a jugar en Gimnasia, tuvo un paso por San Lorenzo de Almagro y luego emigró al exterior, pero sus condiciones dentro de la cancha llevaron a la FeVA a nacionalizarla para que integrara Las Panteras.



En la Selección argentina compitió en todos los selectivos juveniles y en 2018 recibió la ciudadanía y fue convocada para la Selección mayor. A los 29 años tuvo su primera experiencia olímpica con Argentina.

La actual jugadora del Aris Salónica de Grecia le dijo a TyC Sports: “Siento la bandera más mía que nunca, estoy orgullosa de poder defender la celeste y blanca en una competencia de tal magnitud, a la que difícilmente hubiese llegado con Ecuador”.

Los otros 2 casos de deportistas no nacidos en Argentina que compiten para el país se dan en equitación. Uno es Matías Albarracín, que nació en Curitiba debido a que su padre estaba trabajando allí, aunque rápidamente la familia se radicó en La Plata. Justamente su padre fue olímpico en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984 y Atlanta 1996.



Por último toca hablar de José María Larocca, que nació en Suiza, en la ciudad de Wettingen. A sus 52 años los de Tokio serán sus cuartos Juegos Olímpicos (Beijing 2008, Londres 2012 y Río 2016).