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Villa 31 Rugby & Hockey Club, la historia de un club que busca tener su lugar

Toconás, uno de los integrantes del club, participó de un programa de televisión donde ganó 300 mil pesos que donará para llevar a cabo obras en la institución.
Villa 31 Rugby & Hockey Club, la historia de un club que busca tener su lugar
Martes 12 de Noviembre de 2019

Juan Manuel Toconás tiene 31 años y desde hace más de 10 años que le dedica la mayor parte de su tiempo al Barrio Carlos Mugica, al deporte y a los chicos que viven en aquella zona de la ciudad, a pasos de la zona más rica y exclusiva de Capital Federal.

El Barrio Carlos Mugica es tal como se conoce desde hace algunos años a la Villa 31, asentamiento que se ubica detrás de la estación de trenes de Retiro. Toconás es el profesor que todas las tardes lleva una pelota de rugby bajo el brazo y hace que los chicos se acerquen a jugar a la cancha de césped sintético que hay dentro del Barrio 9, justo en el corazón del barrio.

Allí los chicos aprendieron a tacklear y a pasarse la pelota ovalada, y también a pertenecer al Villa 31 Rugby & Hockey Club, un club que ya tiene 12 años de vida y que funciona como nexo para que los chicos no solo practiquen deporte sino también adquieran valores.

Toconás lucha porque el club tenga una sede propia. Fue en este club donde él cambió su mentalidad y decidió que quería hacer algo por el lugar, donde participa como jugador, entrenador y dirigente.

Es por eso que buscó participar de un programa de televisión abierta que entrega importantes premios monetarios para visibilizar la historia del club. Tras una serie de preguntas difíciles, Juan Manuel logró ganar 300 mil pesos, que anunció que donará al club con el objetivo de que la institución pueda continuar creciendo.

Sin embargo, el club se encuentra en una disputa con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para que le cedan un terreno en el que puedan levantar una cancha y una sede. Ya han pasado dos años desde que comenzaron las negociaciones. “En 2017 se prendió fuego un terreno baldío que estaba desocupado. Una vez que apagaron el fuego quedó un descampado sin usar. Así que nos juntamos con la comisión del club para charlar sobre el tema y así poder iniciar las gestiones necesarias para que nos cedan ese terreno”, comenta Toconás.

El sueño de tener un lugar propio duró poco ya que fueron desalojados para construir un centro de salud transitorio, con la condición de que podrían volver una vez que el sanatorio estuviera inaugurado a un par de cuadras de allí, se les iba a ceder el lugar que pedían.

El deporte sirve para sacar a los chicos de la calle y brindarles un lugar físico dentro del Barrio. A partir de la gran magnitud que tuvo su participación en el programa de televisión, los vecinos del barrio comenzaron a juntar firmas para mostrarle al estado el apoyo que recibe el club de parte de la comunidad.

“El club les enseña disciplina, respeto, responsabilidad. Les da mucha contención sobre todo, es lo que a mí me dio. A mí este club me ayudó mucho y se que estos chicos lo necesitan también para no llegar a lugares jodidos, lugares en los que yo ya estuve. Acá si no estás contenido y te juntas con gente indebida, terminás metido en la droga, que es una enfermedad y es muy complicada. Si uno hace deporte, se piensa mejor y tenés la cabeza más limpia”, explica Toconás.