El presente de Flamengo es sin dudas exitoso, sólo le falta coronarlo con algún título y cerca está de lograrlo. El próximo 23 de noviembre jugará la final de la Copa CONMEBOL Libertadores ante River en Chile, buscando cortar una racha de 38 años sin levantar el torneo internacional. Además, en el Brasileirao viene cómodamente puntero con ocho unidades de diferencia ante su escolta.
Ahora sí, para entender esto no sólo nos podemos basar en las grandes incorporaciones que hizo en el último mercado de pases. Claro está que tanto Giorgian De Arrascaeta, Vitinho, Bruno Henrique, Rodrigo Caio, Robert Piris Da Motta, Gabriel Barbosa, Reinier , Gerson, Pablo Marí, Filipe Luis y Rafinha, le dieron mayor categoría al equipo pero también hay que remarcar el trabajo del cuerpo médico del club.
Apostaron por un método desconocido aplicado a la medicina deportiva llamado Point of Care. El mismo consiste en obtener una pequeña muestra de sangre, luego de los partidos o entrenamientos, que pueden prevenir o tratar lesiones. Los resultados miden los índices biométricos, de estrés, metabólicos y niveles hormonales, entre otros puntos. Además, se evalúa el desgaste físico de los futbolistas y el tiempo que le demandará cada lesión o tratamiento.
Hay ejemplos claros para demostrar que sirve como los de De Arrascaeta, Filipe Luís, Rafinha y Diego. Por arrancar, De Arrascaeta se rompió el ligamento colateral medial y el menisco medial de la rodilla izquierda. Se sometió a una artroscopia, y aunque el tiempo de recuperación que le demandaba la lesión era de cuatro a seis semanas, el uruguayo retornó en 19 días.
El exjugador de Atlético de Madrid se rompió el ligamento colateral lateral de la rodilla izquierda y la recuperación que le iba a demandar seis semanas, terminó siendo de 18 días.
Rafinha se fracturó en la cara y le demandaba una recuperación de al menos 15 días, pero regresó nueve días después de la operación. El caso de Diego es más llamativo porque sufrió una fractura en el tobillo izquierdo. Su regreso estaba previsto no antes de los cinco o seis meses y sin embargo, retornó a las canchas a los 91 días.
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