Neymar y PUMA anunciaron que trabajarán juntos, luego de semanas de incertidumbre tras la desvinculación del brasileño con Nike.

Desde que la marca americana anunció que el vínculo con Neymar Jr dejaba de existir luego de 15 años, las marcas comenzaron a preguntarse cuánto deberían pagar para tener al brasileño entre sus atletas. El jugador del PSG, que formó parte de la familia de la pipa desde que estaba en las inferiores del Santos, hoy ya es jugador PUMA.

Contar con él significará una gran promoción a nivel mundial, siendo uno de los futbolistas más populares de la actualidad. El delantero tiene unos 142 millones de seguidores en Instagram y 63 millones en Facebook.

Pese a que el monto de la operación no se hizo oficial, Puma tuvo que llevar a cabo una importante inversión para poder afrontar un contrato similar al que Nike tenía con el brasileño. Hasta la última temporada, Nike le pagaba 40 millones de euros. Este nuevo vínculo le traerá mayores beneficios a la marca, abriéndole las puertas a 2 mercados muy importantes. Por un lado, va a pisar fuerte en París, gracias a que “Ney” continuará en el PSG, y por otro lado lo hará en Brasil, donde tiene un potencial muy importante debido a la gran cantidad de población que tiene el país.

En la actualidad Puma es el sponsor técnico del Manchester City y de los equipos del City Football Group, menos de la franquicia de la MLS, el Milan, Valencia y Borussia Dortmund, entre los equipos más importantes que reciben contratos "Top". Además, es el proveedor oficial de la pelota de LaLiga de España y en Brasil, es el sponsor técnico del Palmeiras, uno de los equipos más importantes del Brasileirao.

Pero además, Puma ya tiene contratos con jugadores importantes. Jan Oblak, Luis Suárez, Sergio Agüero, Marco Reus y Cesc Fábregas están entre los que utilizan botines de la empresa alemana.

Sumar a Neymar a la marca le generará una promoción muy importante y una ganancia inigualable. Un dato importante es el dinero por el cual renovó el PSG con Nike gracias a contar con el brasileño; un contrato por 70 millones de euros al año.

Fuente: La Nación