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Una marca, dos perfiles

Una marca, dos perfiles
Jueves 16 de Marzo de 2017
Conocida es la frase“fácil es llegar pero difícil mantenerse“ entre todos los seres humanos de este planeta y, como las marcas son entes gerenciados por personas, también están afectadas por la misma. Por empirismo, ha quedado más que comprobado el hecho de que se requiere de mucho esfuerzo y años para lograr el éxito, para obtener la confianza por parte de un consumidor que por cierto se muestra crecientemente escéptico e impredecible en su accionar; como contrapartida, se requiere de tan sólo un pequeño soplido para que ese fragil castillo de naipes caiga desplomado sin chances de mantenerse endeble.

Si bien en un marco general la regla tiende a cumplirse a rajatabla, encontramos también algunas excepciones como por ejemplo el caso FIFA. Si yo llegase a preguntar “qué se te viene a la mente si te digo `FIFA`”, apuesto a que las respuestas más comunes que recibiré son:
  • Corrupción
  • Lavado
  • Irregularidades
  • Mafia
  • Negocios
…y así podría seguir con varias más.

Ahora bien, si pregunto al azar “qué se te viene a la mente cuando te hablo `del FIFA`” (por el videojuego), lo más probable es que nos encontremos con comentarios tales como:
  • Espectacular
  • El mejor juego de fútbol
  • Lo único que juego en la PlayStation

Comunmente, el nombre de una marca engloba todo lo que tiene bajo su ala tanto de forma positiva como cuando se atraviesa una tormenta, pero con la marca FIFA estamos viviendo dicha singular situación. Por supuesto que el videojuego de EA Sports centra su accionar en el aspecto lúdico pero no tiene únicamente consumidores de muy temprana edad sino que también atrae de forma creciente a la gente de mayor rango etario con un sentido crítico más desarrollado que el de un niño, con lo cual no deja de sorprender que las ventas no hayan mermado a pesar del escándalo. Llama aún más la atención cuando se trata de juego comunicado como producto oficial de la entidad reguladora del fútbol, y por consiguiente es uno de esos casos excepcionales a la regla.

Quizás estemos también en presencia de una actitud poco esperable de un consumidor que, como bien describí anteriormente, es inestable en su comportamiento ya que en los tiempos que corren está expuesto a un sinfín de estímulos simultáneos y puede que quiera dejar a un lado todas las cuestiones ajenas a él, que no puede influenciar, y focalizarse en aquellas pequeñas cosas que le provocan placer al momento de distenderse, aspecto más que entendible.

Sea como fuere, compartamos o no, la FIFA está en una situación un tanto más privilegiada que el común de muchas marcas debido a que se apalanca en un producto tan masivo, inmenso y pasional como el fútbol, en donde el consumidor se pierde en ese desenfreno sentimental y consume sus productos sin mayores inconvenientes morales; sin embargo, como marca debe trabajar con humildad y tener mucho cuidado ya que la película puede tomar un giro inesperado de la noche a la mañana como producto de las decisiones cambiantes de las personas.