Uruguay es uno de los pocos países que todavía no impuso la cuarentena obligatoria pese al avance constante del coronavirus. Está en cada ciudadano respetar las medidas sanitarias impuestas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Lo que si pusieron como medida, al igual que el resto del continente, es la suspensión momentánea de las competencias deportivas. El fútbol está en un parate transitorio pero los clubes siguen trabajando para evitar números negativos a fin de mes e intentan aportar su granito de arena para sobrepasar la crisis sanitaria.

Un claro ejemplo son las acciones que está llevando a cabo Peñarol. Barrera, con orgullo nos comentó: “Acondicionamos nuestra sede para que se instalen 50 personas mayores a los 65 años, que están en situación de calle y en condición de desamparo. Les ofrecemos cama, aseo personal y comida”.

No solo eso, esta crisis está demostrando que la salud va más allá de la rivalidad deportiva. Junto a su clásico de toda la vida, Nacional, los aurinegros organizaron una campaña solidaria. “Es una muestra que las dos instituciones tenemos la celeste puesta. Hay un gran sentimiento de solidaridad y unión en la población. Hay una gran necesidad de ser más solidarios que nunca”, remarcó.

En cuanto al rebote económico que la pandemia del COVID-19 puede llegar a generar en la institución y en el fútbol mundial en general, el presidente detalló: “Todo esto impacta en las financias en forma notoria. Hay dificultades, no lo podemos negar. Ahora es tiempo de hacer los esfuerzos necesarios para cumplir las obligaciones básicas. Tuvimos que recurrir al Instituto de seguro de paros para funcionarios y jugadores”.

Todo este parate, le prohibió a Peñarol contar con partidos importantes de la CONMEBOL Libertadores, que más allá de lo deportivo, significaban ingresos económicos para el club. Sin embargo y pese a todo lo mencionado, Barrera tiene una visión esperanzadora: “Las crisis siempre dan oportunidades de mejorar. Estas situaciones pueden sacar lo mejor y lo peor de cada uno. Es un desafío y una oportunidad. Ojalá que lo que lamentemos sean los recursos económicos y no las vidas humanas”.

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