Barcelona tuvo un mercado de pases bastante movido de cara a la temporada 2020-2021. Sin grandes incorporaciones, dejó ir jugadores de renombre con el objetivo de recaudar dinero y subsanar parte de las pérdidas causadas por el coronavirus.

La pandemia hizo que el club deje de percibir ingresos de entre 150 y 175 millones de euros, cifras que corresponden a lo que son ganancias por concepto de venta de entradas por partidos en el Camp Nou y venta de merchandising. Además, los problemas que tuvo con Nike también le limitaron los ingresos. Se estima que con el retraso de ventas de las camisetas, el club no recibió entre 20 y 25 millones de euros.

Entre los futbolistas salientes se destacan Luis Suárez, Ivan Rakitic, Arthur y Nelson Semedo, que en conjunto suman unos 43.5 millones de euros limpios para el club catalán. Sin embargo, ese dinero no alcanzaría para la contratación de grandes figuras como el argentino Lautaro Martínez o Depay, porque Barcelona ya excedió el límite del coste de plantilla que autoriza LaLiga a través de su control económico.

Esto quiere decir que sólo puede invertir el 25% del dinero recaudado por ventas en nuevos fichajes. Por lo tanto, de los 30 millones de euros por el traspaso de Semedo, sólo podrá usar, como máximo, la cuarta parte que equivale a unos 7.5 millones.

Con el cierre del mercado el próximo 5 de octubre, el club deberá seguir vendiendo para seguir haciendo caja. Los principales apuntados a dejar el plantel son Jean Claire Todibo, Rafinha Alcántara y Carles Aleñá, con los que especulan juntar 20 millones de euros.

El propio entrenador, Ronald Koeman, fue quien apuntó que el mercado del Barça es "muy, muy complicado".

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