Así como los clubes grandes de Europa animan el fútbol mundial con los mejores jugadores, también suelen estar en la mira constantemente por los grandes desembolsos de dinero que hacen para contratar estrellas. Y uno de los que hace ya un tiempo está bajo la lupa es el PSG de Lionel Messi, por los fichajes de Neymar y Kylian Mbappé en 2017, provenientes del Barcelona y Mónaco respectivamente.


En 2019, al UEFA presidida por Alexander Ceferin, bajo su Tribunal de Arbitraje Deportivo, sometió al elenco parisino a una exhaustiva investigación por déficits en sus balances que superaban los permitidos por la norma del Fair Play Financiero. Y es que pasados ya tres años, la institución presidida por Nasser Al Khelaifi sigue mostrando pérdidas en sus libros que superan los 30 millones anuales.

El Olympique de Marsella, hasta hace poco dirigido por Jorge Sampaoli, también reporta años consecutivos de déficits, a pesar de moverse activamente en el mercado de pases, sobre todo mientras el argentino estuvo al mando del equipo. Según el diario francés L’Equipe, la CFC, el órgano financiero de la Confederación Europea, les acercó a ambas entidades un acuerdo de liquidación para que acomoden sus cuentas.


Y si bien mientras tanto los clubes solo recibieron sanciones económicas, la severidad de las penas impuestas por UEFA pueden tomar mayor magnitud, como descalificación de torneos internacionales, por lo que es imperioso para los clubes reducir el déficit. Sin éxito en el TDA, tanto el Marsella como el PSG tendrían la posibilidad de apelar en el TAS (Tribunal de Apelación de Sanciones), pero con el riesgo de que, en caso de otro fallo desfavorable, se someterán a las penas mayores.