Es moneda corriente en el fútbol que las marcas lancen modelos de camisetas nuevos en la previa de torneos importantes. Sin embargo, en 2016 sucedió un hecho insólito: en plena Eurocopa, Francia debió cambiar su vestimenta. Y por más que en ese entonces no haya habido un anuncio oficial, ni de Nike, ni de la Federación Francesa de Fútbol, la gente se dio cuenta. ¿Qué pasó?


El diseño original contaba con el torso blanco, y el rasgo distintivo estaba en las mangas: una azul, y otra roja. Sin embargo, cuando en la tercera jornada de la fase de grupos, en un duelo ante Suiza (terminó 0-0), Les Bleus debieron salir al campo con la camiseta alternativa, ésta no era como la que había sido presentada.

La diferencia estaba justamente en las mangas. Ambas tenían una tonalidad cromática notablemente más clara, al punto de no parecer a simple vista roja y azul. Esto se debió a la normativa de UEFA en lo que respecta a las equipaciones tanto de los clubes como de las selecciones en competencias oficiales, tal como la Eurocopa.


La reglamentación indica que las mangas de las camisetas no pueden tener un color distinto al principal, a excepción de que el propio diseño contenga dos colores sin distinción de predominancia, como por ejemplo, el modelo a cuadros blancos y rojos de Croacia. En ese caso, la manga puede contener ambos colores o bien uno de los dos. No así la camiseta que Nike le proveyó a Francia, que terminó perdiendo la final con Portugal.