La FIFA tiene la intensión de limitar el poder y las comisiones de los representantes de los futbolistas, agentes que ganan mucho dinero con “prácticas abusivas y excesivas”.
La primera medida será prohibir a los familiares de los jugadores, que no tienen licencia otorgada por el máximo organismo del fútbol asociado, ejercer ese rol. Al igual que los directivos de clubes y las propias instituciones, no podrán tener participaciones en agencias de representación.
También quieren acabar con la triple representación, es decir, esos casos donde un mismo agente representa al jugador, al club vendedor y al club comprador. En cuanto a las ganancias que hasta el momento son muy altas, en el momento que salgan las nuevas normas de manera oficial, se empezará a publicar lo que ganan sus clientes, ya sean jugadores o instituciones. Un agente podrá cobrar hasta un máximo del 10% del valor de un traspaso y la comisión por el salario del jugador quedará limitada a un 3%.
El representante más destacado de Argentina es Christian Bragarnik, hoy en día el principal accionista del Elche, y que representa a Diego Maradona, Eduardo Coudet, Diego Cocca, Diego Dabove y Sebastián Beccacece, entre otros entrenadores, y asesora a los futbolistas Darío Benedetto, Marcelo Barovero, Carlos Sánchez e Iván Marcone. A su vez, tiene relación con importantes directivos como Víctor Blanco y Daniel Angelici.
En el plano internacional figura Jorge Mendes que cuenta con más de 80 futbolistas de primer nivel y entrenadores de la talla de José Mourinho. Según Transfermarkt, el valor de mercado de 32 de los representados de su empresa supera los 5 millones de euros. Los más destacados son Cristiano Ronaldo, James Rodríguez, Ángel DI María y Ansu Fati, entre otros. Gestifute, su compañía, factura 1.076 millones de euros en contratos.
