Las vueltas de la vida hicieron que hoy Ramon Calliste sea un empresario exitoso, algo que seguramente no se lo imaginaba tiempo atrás cuando su sueño era ser futbolista profesional. No sólo él, todos los que lo vieron jugar lo apuntaban como una de las grandes promesas, incluso lo apodaron “el nuevo Ryan Giggs”.
Calliste se destacaba en las divisiones juveniles del Manchester United, incluso sus buenos rendimientos llamaron la atención de Sir Alex Ferguson, quien lo hizo entrenar con el primer equipo en varias oportunidades. Llegó a compartir cancha con Cristiano Ronaldo, Río Ferdinand, Paul Scholes, Ruud van Nistelrooy y Gerard Piqué, entre otras grandes figuras. Su crecimiento se fue dando a pasos agigantados pero la abundancia de talento en el plantel lo privó de poder ganarse un lugar en el equipo.
Se fue a Liverpool para ganar terreno, ganó confianza y juego en la Reserva pero no llegó a debutar. Pasó a Scunthorpe United para sumar minutos pero el destino le jugó una mala pasada. En 2006 se dislocó el tobillo, se rompió un hueso y se lesionó gravemente los ligamentos. El tratamiento que se aplicó no fue el adecuado y a los 24 años optó por colgar los botines.
Ya fuera de las canchas, el galés se rebuscó para asegurase un futuro. “Empecé a involucrarme en la relojería a través de los contactos que tenía por el fútbol. Una vez que vi que podía convertirse en un negocio viable, creé Global Watches en 2013 y se ha convertido en una empresa realmente fuerte que ahora está facturando millones”, explicó.
Hoy en día tiene asegurada una ganancia superior a los 5 millones de dólares al año. Algunos de los relojes que vende pueden costar más de 410 mil dólares. Sus principales clientes son futbolistas, gracias al contacto que le quedó por su paso por el deporte.
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