El equipo del Loco Abreu tiene a un padre como presidente y a su hijo como capitán

La historia de Sud América de Uruguay tiene un dato muy particular e inusual que hace al club más atractivo. El equipo que volvió a la Primera División pasó a estar en las portadas cuando anunciaron la contratación de Sebastián Abreu, un referente del fútbol en su país. El histórico delantero de la Celeste regresó al fútbol uruguayo y sumó su club 31º en su carrea.

Recayó en un equipo que acaba de lograr el ascenso a la máxima categoría, luego de ganar los playoffs del Campeonato de Segunda División a Rampla Juniors. Sud América tiene una historia de fondo muy llamativa. El presidente del club es Miguel Giménez y su capitán y emblema, Bruno Giménez, hijo de Miguel. Padre e hijo trabajando en el club, compartiendo la pasión, las alegrías y los tropiezos que regala el fútbol.

Miguel asumió al cargo hace 8 años y al mismo tiempo su hijo empezó a dar los primero pasos en el club. Se formó en las infantiles, pasó por distintos equipos del país, probó suerte en Argentina y Chile para retomar a Uruguay. En 2018 volvió a Sud América y se convirtió en el capitán.

“El abrazo que nos dimos después de los playoff me da piel de gallina. Hubo discusiones, como cualquier trabajo. Una vez tuve que apurarlo para el pago de los sueldos”, declaró Bruno en una entrevista con El Observador.

“Ver el ascenso con Bruno en cancha es algo que no se paga con nada. Es difícil que un logro semejante se vuelva a repetir”, remarcó Miguel.

Con el ascenso, las autoridades pusieron manos a la obra y trajeron refuerzos para el plantel. Primero en la parte técnica con la contratación del argentino Claudio Biaggio, luego los futbolistas Pablo Mouche y el Loco Aberu.