El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania afectó en gran medida al ámbito deportivo de los presididos por Vladimir Putin, en un año donde se celebra la Copa del Mundo como evento destacado. Dentro de las primeras consecuencias, la FIFA decidió junto a la UEFA que tanto la Selección de Rusia como sus equipos locales quedasen suspendidos de sus competencias, donde casos como el Spartak de Moscú quedó fuera de la Europa League y Rusia debía no poder jugar el repechaje por su lugar en Qatar.



Por el lado de la otra llave, Suecia y República Checa se quejaron de que Polonia, rival de Rusia, se clasifique sin disputar su partido al partido final, lo que lo dejaría con más descanso que sus rivales. Rusia, a su vez, recurrió al TAS para revisar la situación y existe una posibilidad de que vuelva a la carrera por un lugar en el próximo mundial.

El problema está en que tanto Polonia como Suecia y República Checa afirmaron que no jugarían contra Rusia en ninguna categoría y bajo ningún contexto, todo en solidarización con el pueblo Ucraniano. De esta manera, en el caso de que el TAS falle a favor de los rusos, estos podrían clasificar automáticamente a Qatar porque sus rivales se niegan a jugar contra ellos. De igual manera se espera que todos los países revisen su decisión para poder pelear por un cupo en la próxima Copa del Mundo.