El fútbol cuenta con muchas historias de resurgimientos milagrosos, remontadas y triunfos épicos, pero esto no es lo que le sucedió al Anzhí, un club de fútbol ruso con sede en la ciudad de Majachkalá Daguestán, Rusia. Si bien el club se fundó en el1991, no sería hasta 1999 que su existencia comenzaría a tomar cierta relevancia, con el ascenso a la Premier League Rusa finalizando en 4to lugar ese año y peleando la final de la Copa de Rusia en el 2000.

Entre el 2000 y el 2010 el Anzhí deambuló entre la Premier League y la Primera División Rusa (segunda categoría de ese país). Sin embargo, todo parecía cambiar y un halo de esperanza y expectativa llegaba en enero del 2011 con la venta del club a Suleyman Kerimov, un multimillonario ruso que compró el club de su ciudad natal y se propuso llevarlo al plano mundial. En primer lugar, se planificó una inversión de 200 millones de euros para mejorar el primer equipo y renovar el estadio para llegar a los 40 mil espectadores y cumplir con toda la reglamentación de la UEFA.


Las mejoras en el equipo profesional no tardaron en llegar y en el mercado de invierno la institución contrató a la estrella brasileña Roberto Carlos, de 37 años, y a Samuel Eto’o, que venía de ser campeón de la Champions League con el Inter de Milan. Las cosas parecían marchar bien para el joven y renaciente club de Majachkalá, y la expectativa crecía al ritmo de incorporaciones como las de Lacina Traoré, el brasileño Willian y Lassana Diarrá, que dejaba el Real Madrid y se mudaba a Rusia en 2012.


Sin embargo, cómo postuló Isaac Newton en referencia a su famosa ley de gravedad “todo lo que sube tiene que bajar”, y en el caso del FK Anzhí, la caída fue más abrupta y repentina de lo que cualquiera pudiese haber pronosticado. El Fair Play financiero de la FIFA y los no tan buenos resultados deportivos llevaron a que Kerimov redujera el presupuesto del club en 70 millones de dólares, y por correlación también vendiera a los jugadores galácticos a los que ya no podía pagarles.

Para la temporada 2013-2014 sólo 5 jugadores continuaron en el plantel profesional del club, y se incorporaron jugadores cedidos, libres y juveniles. Si bien las grandes ventas le proporcionaron al Anzhí y a Kerimov una recuperación de 135 millones de euros, la pésima temporada y multas de la UEFA por incumplir el Fair Play financiero terminaron por desfinanciar al club.

En el 2014, y con sólo 3 victorias en la liga, el Anzhí descendió a la segunda división y Kerimov decidió desprenderse del club poniéndolo a la venta, hecho que se haría realidad a fines de 2016, y lo que alguna vez fue un sueño de realizar algo similar a los jeques del Paris Saint Germain o del Manchester City estaba llegando a su fin.


Corría el año 2019, cuando el Jefe del Departamento de Licencias de la Federación Rusa de Fútbol, Yevgeni Letin, anunciaba que el FK Anzhí no había obtenido la renovación de su licencia y que como consecuencia no podría competir en la Liga Nacional de Fútbol para la temporada 2019-2020. Ante este anuncio, las opciones del club eran limitadas, el equipo podía buscar una licencia para la tercera categoría rusa o declararse en bancarrota. Para el 2020 el equipo competiría en la 3ra división con juveniles sub 20, ya que las deudas no le permitían registrar nuevos jugadores. El debacle fue fatal, el pequeño y joven club FK Anzhí, el plan de un multimillonario, la ilusión de una ciudad a la sombra de Moscú y el ocaso de un proyecto que condujo a una simbólica desaparición en el plano del fútbol, con la pérdida del estatus profesional del club el 3 de junio de 2022.

В пятницу, 3 июня, апелляционный комитет Российского футбольного союза не допустил клуб к апелляции по получению лицензии на предстоящий сезон Олимп-Первенства России ФНЛ II.

Отсутствие у клуба лицензии означает автоматическую утрату клубом профессионального статуса.#Анжи pic.twitter.com/wGjDKjhMhz

— ФК «Анжи» (@fc_anji) June 6, 2022