Antes del encuentro ante Croacia por el Mundial de Qatar, Brasil tenía un historial muy favorable compitiendo en los partidos de esta instancia. Aunque, en el último tiempo sufrió más golpazos que festejos. En la previa al cruce con los Ajedrezados, la Verdeamarelha había jugado 12 encuentros: ocho triunfos y cuatro derrotas.


Prácticamente, la Canarinha es un invitado entre los ocho mejores del certamen. Su primera vez fue en Francia 1938, cuando venció por penales a Chescolovaquia tras empatar 1-1 en el tiempo reglamentario. En Suecia 1958, también avanzó de fase al derrotar a Gales, y lo mismo sucedió en Chile 1962 al superar 3-1 a Inglaterra. En estas dos últimas ocasiones, terminó consagrándose campeón.

Después, los próximos dos compromisos se dieron en México 1970 y 1986. El primero terminó con una sonrisa por 4-2 a Perú (ganó el torneo) y en el segundo llegó el primer tropiezo al caer desde la definición desde los once pasos con Francia. Ocho años más tarde, en Estados Unidos 1994, volvió al triunfo por 3-2 frente a Países Bajos y finalizó levantando la copa.


La seguidilla se extendió en Francia 1998 al imponerse por el mismo resultado contra Dinamarca. En Corea-Japón 2002, también pasó de fase (2-1 vs Inglaterra) y se terminó adueñando de la quinta Copa del Mundo en su historia, la cual es la última hasta el momento.

Luego, llegarían más eliminaciones que avances: en Alemania 2006 cayó 1-0 con Francia, en Sudáfrica 2010 también se volvió al ser derrotado por 2-1 ante Países Bajos y el mismo resultado para Rusia 2018 frente a Bélgica. En el medio, estuvo la victoria, también 2-1, contra Bélgica en la edición que organizó en 2014.