Luego de 36 años, Argentina volvió a gritar campeón del mundo. Con su capitán Lionel Messi en un nivel excepcional y un grupo de futbolistas que combinaron experiencia, talento y juventud, la Selección demostró que está, sin dudas, a la altura de los grandes equipos de Europa. El ciclo Scaloni sigue sumando páginas doradas en su historia. A la Copa América del año pasado y a la Finalissima lograda hace algunos meses, el último domingo se le sumó nada más y nada menos que el Mundial.

Luego del arranque truncado ante Arabia Saudita, todo fue color de rosas para un equipo que jugó un gran Mundial y supo cómo tomar el cachetazo recibido en la primera jornada y utilizarlo a su favor para los siguientes encuentros. Al igual que España en 2010 (perdió con Suiza el primer partido), Argentina cayó en el debut y se terminó consagrando campeón. Además, la derrota ante el equipo árabe es la única en 43 cotejos disputados.


De los 3 mundiales que tiene la Selección Argentina, solo en México 86 se consagró campeón sin perder ni siquiera un partido, empató ante Italia y después ganó todo lo que jugó. En 1978, cuando fue local y obtuvo el título, cayó en el Monumental en uno de los partidos de la primera ronda también contra los italianos.

Argentina sumó otro título. Ganó la tercera Copa del Mundo de su historia y consagró todo lo bueno de los últimos años con el deseo más esperado por todos. Tuvo revancha con Francia, que le había ganado en el último Mundial antes de campeonar, volvió a dejar afuera a Países Bajos en penales, como en aquella histórica noche de Brasil y para que no queden dudas también venció al otro equipo que logró jugar la final en Rusia 2018. La Selección Argentina juega bien al fútbol, jugó bien al fútbol y cumplió el objetivo.