Fue un momento que quedó marcado en la historia en el Mundial 1970. Porque todo transcurría con normalidad, ambos equipos ya estaban parados para comenzar el partido, el juez ultimando detalles y la pelota esperando para rodar. Sin embargo, Pelé le pidió unos segundos al árbitro, se agachó y las cámaras se fueron con él. ¿Qué fue lo que pasó?


Resulta que O Rei ya era conocido como uno de los mejores de la historia. Sobre sus hombros ya pesaban goles, títulos (dos Copa del Mundo, dos Copa Libertadores, dos Copa Intercontinentales, etc.) y muchos premios. Era una figura importante en el mercado. Pero a la vez, era muy caro “ficharlo” para las marcas, sobre todo, para Adidas y Puma. Entonces, entre ambas empresas crearon el “Pacto Pelé” unos años antes.

Pero todo cambió en México. Porque Puma tomó la decisión de romper ese acuerdo y le ofreció una cifra impresionante al brasileño: los botines y 120 mil dólares para que le pidiera al árbitro un tiempo para atarse los botines antes de comenzar el partido ante Perú. O Rei dio el visto bueno y cumplió por su parte.


Eso sí, también hay otro punto en la historia: el camarógrafo. El Mundial 1970 fue el primero en ser televisado en color, por lo tanto, se pudo ver con claridad los botines que utilizó el brasileño, sobre todo, porque Puma le pagó al que se encargaba de la cámara para que le haga zoom cuando Pelé se agachará.

Una estrategia de marketing increíble para esa época. Desde ahí, O Rei se convirtió en el embajador de la marca y pasó a recibir el 10% de cada par del modelo que utilizó. Así, con su calzado “Rey Puma”, ganó la tercera Copa del Mundo, un récord que nadie pudo igualar hasta el momento.