Boca enfrenta a Fluminense esta tarde en el Maracaná en busca de la tan ansiada séptima Copa Libertadores de su historia. Uno de los que más se juega en esta final es Jorge Almirón. ¿Por qué? Si bien es cierto que el entrenador está a un paso de sentarse en la mesa del Toto Lorenzo, Carlos Bianchi y Miguel Russo, quienes ganaron la Copa, el ex DT de Lanús cuenta números negativos.
El camino del Xeneize para llegar a la final fue demasiado complejo. Boca integró el Grupo F con Deportivo Pereira, Monagas y Colo Colo y si bien terminó en su zona puntero, sufrió demasiado para avanzar a los octavos de final.
También hay que recordar que, a partir de los octavos, el Xeneize no ganó ningún partido y se hizo fuerte en los penales. A raíz de esta peculiar situación, se convirtió en el primer equipo en llegar a la final con el formato moderno de juego, implementado en 1989, sin victorias en los mata-mata.
La gran actuación de Sergio Romero fue fundamental para que el conjunto de la Ribera este a un paso de la gloria. Además de la impresionante actuación del arquero, la estadística marca que los pateadores de Boca conservan un porcentaje importante de efectividad. Solo erraron dos tiros (Pol Fernández vs. el Bolso y Cavani vs. Palmeiras) en las 14 oportunidades que tuvieron.
Por otra parte, los números de Almirón fueron en caída libre luego de la seguidilla de cinco triunfos al hilo entre la fecha 24 y la 27 de la pasada Liga Profesional. Si se toma como punto de partida la ida de los octavos de final en Uruguay, disputada el 2 de agosto, el Xeneize jugó 19 encuentros -entre la Copa Libertadores, Copa de la Liga y Copa Argentina- y solo pudo ganar tres en los 90 minutos. Hay que aclarar que en el certamen más federal del país venció a Almagro y a Talleres por penales tras igualar en el tiempo reglamentario.
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