La carrera deportiva del futbolista es relativamente corta en comparación a otras profesiones. Por lo general, la edad promedio a la que se retiran es a los 40 años, cuando en otros rubros los hombres aspiran a trabajar hasta los 65. Una vez fuera de las canchas, la gran mayoría se las ingenia para seguir generando ingresos porque son muy pocos los jugadores que tienen la vida asegurada una vez retirados profesionalmente.
Un claro ejemplo es la situación que está atravesando Steve Finnan, exdefensor campeón con el Liverpool de la UEFA Champions League en la temporada 2004-2005. A 10 años de su retiro y 15 de haber alcanzado la gloria, su empresa inmobiliaria, en la que invirtió 4 millones de euros, entró en un proceso de liquidación con una deuda de 4.4 millones. Ante el desfavorable panorama, Finnan no tuvo más remedio que poner en subasta parte de sus recuerdos como jugador. Entre lo más destacado está la medalla de campeón de Europa, tazada entre 13.200 y 16.500 euros, la camiseta de la final firmada con un precio entre 2.200 y 2.750 euros y la réplica de La Orejona entre 5.500 y 7.700 euros.
Como si fuera poco, eso no fue de lo único que tuvo que desprenderse. En sus 17 de carrera, el exdefensor también se consagró en otros campeonatos y participó en torneos de importancia. En la subasta aparece la medalla del subcampeonato de la Carling Cup del 2005 (entre 900 y 1.300 euros) junto con la camiseta (770 y 1.100 euros). A su vez, están los premios de la Supercopa de Europa y del Mundial de clubes de 2005, ambos tasados en un valor entre 1.650 y 3850 euros.
Finnan jugó 217 encuentros con el Liverpool entre 2003 y 2008, con el partido definitorio contra el Liverpool para el recuerdo. Antes había pasado por otros equipos de Inglaterra: Welling United, Birmingham City, Notts Country y Fulham. Estuvo una temporada en Espanyol y luego se retiró en Porstmouth. Además, fue internacional con Irlanda, jugando los 4 partidos en el Mundial de Corea-Japón 2002.
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