La Unión Japonesa de Rugby (JRFU) está analizando armar una liga nacional a partir de 2021, tras el éxito deportivo y económico que contrajo el Mundial que se está disputando por primera vez en el continente asiático.

El nuevo torneo contará con 12 equipos y se jugará entre agosto y enero, para evitar superponerse con el campeonato internacional de clubes de Super Rugby. Se espera que genere ingresos anuales de 460 millones de dólares a través de los medios derechos y acuerdos de patrocinio.

Al término de la Copa del Mundo, los organizadores revelaran en detalle el formato y datos de la competencia en una conferencia que harán en Tokio. Con esto, especulan poder atraer más estrellas internacionales de rugby a Japón.

El rugby japonés está viviendo algo histórico. No solo alberga el campeonato más importante del mundo, además, su selección se encuentra en los Cuartos de Final después de asegurar el primer puesto en el Grupo A.

Para este nuevo torneo, la JRFU quiere incluir nuevos inversores como el grupo publicitario Dentsu, así como a la compañía de equipos fotográficos Canon, Hiromichi Shinohara, presidente de la firma japonesa de telecomunicaciones NTT, y también a Saburo Kawabuchi, asesor de la Asociación Japonesa de Fútbol (JFA) y un jugador clave en la fundación de la Liga J, la competencia de primer nivel del fútbol japonés.