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Don Fontijn, Klabu: “Estamos convencidos de que combinar nuestra marca con el deporte es una grandiosa forma de causar impacto”

Don Fontijn, Klabu: “Estamos convencidos de que combinar nuestra marca con el deporte es una grandiosa forma de causar impacto”
Lunes 9 de Septiembre de 2019

Lejos de competir en el mercado de las firmas deportivas más grandes, Klabu, que literalmente significa “club” en swahili, se encarga de donar el 100% de sus ingresos al crecimiento y desarrollo de clubes deportivos entre las personas que se encuentran como refugiados.

En la actualidad se estima que hay 25,9 millones de refugiados en todo el mundo, de los cuales casi la mitad son niños menores de 18 años, por este motivo es que la firma deportiva se encarga de mejorar la calidad de vida de ellos al destinar sus ingresos a la construcción y armado de clubes desde la infraestructura hasta la logística y capacitaciones necesarias para su conformación.

En este contexto charlamos con Don Fontijn, Head of Growth de la marca quien en exclusiva nos contó todos los detalles al respecto.

¿Cómo empezó Klabu y cómo pensaron que iba a ser en los primeros años?

“En el verano del 2016 estábamos viendo los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro y por la primera vez en la historia un equipo de refugiados estaba participando. Un auténtico tributo al coraje y perseverancia de los refugiados en todas partes del mundo, pero también sabíamos que habían miles de jóvenes refugiados que aún estaban atrapados en campos (de refugiados) sin acceso a deportes, así que decidimos encontrar una manera de acercar el deporte a los refugiados en una forma sostenible y a largo plazo. Hoy somos un equipo de seis personas en Amsterdam, somos apasionados del deporte y de su uso como una herramienta para ayudar a refugiados a reconstruir sus vidas lejos de lo que ellos llaman “hogar””.

“Klabu significa ‘club’ en swahili y eso es exactamente lo que hacemos, creamos clubes deportivos con y para refugiados, Klabu funciona como una biblioteca deportiva, desarrollada por refugiados en su comunidad, los directores Klabu son entrenados para manejar su equipo, son provistos de equipamiento deportivo para su uso entre los más jóvenes por precios asequibles. El ‘sistema biblioteca’ asegura que el equipamiento sea cuidado y devuelto, así que los ingresos generados por el club son usados para organizar torneos y para cubrir la limpieza, el mantenimiento y reparación de la indumentaria”.

“Así que el sistema es simple, efectivo y escalable en todo el mundo. Un equipo Klabu puede promover el deporte en donde sea que se lo necesite en equipamiento e indumentaria, así que hablamos desde campos de refugiados hasta favelas y barrios marginales. Nuestro objetivo es construir tres equipos más en el próximo año y escalarlo año a año después de eso, entonces en cinco años tendríamos alrededor de 100 clubes deportivos en todo el mundo”.

¿Cómo se involucra Klabu con el desarrollo infanto juvenil y con los valores del deporte?

“Klabu cree que el deporte es una herramienta poderosa para el cambio. Para personas que viven “libres” como nosotros, trae felicidad y salud pero para los refugiados los deportes son especialmente importante, hemos visto en primera instancia lo que el deporte representa para los más jóvenes que viven lejos de lo que ellos “llaman” hogar en lugares olvidados como Kalobeyei, Kenia, en donde construimos nuestro primer club, que ahora tiene cerca de 8,5 mil miembros activos, practicando deportes todos los días. El deporte es un medio para hacer nuevos amigos, personas que hablan otro idioma y que vienen de una cultura muy distinta a la propia. Ser parte de un equipo y desarrollar talento puede ayudar a construir confianza y recuperar el sentido de normalidad en medio de situaciones nada normales. Así que, el amor universal por el deporte nos permite construir puentes con refugiados que viven en campos como Kalobeyei y nos crea el sentido de Klabu en las calles de Amsterdam, Nueva York, Río de Janeiro y Sydney por ejemplo, entendiendo y apoyándose unos a otros, atraviesa fronteras y circunstancias, es el mensaje que queremos expandir en los años venideros”.

¿Cuál es la principal ventaja competitiva de Klabu en relación con otras marcas del deporte?

“El factor principal que nos diferencia de otras marcas deportivas es que cuando usás Klabu, estás directamente apoyando a un refugiado a practicar deportes. El 100% de nuestros ingresos por ventas va destinado para construir nuevos equipos y a poder proveerles de indumentaria de primera calidad, de tal manera que los refugiados más jóvenes puedan practicar deportes todos los días. Y que el “espíritu deportivo” de los niños de Kalobeyei sea vendido a personas en todo el mundo hoy y ahora estamos todos haciendo crecer su base de hinchas, es gratificante ver a los fanáticos de Klabu creciendo, la gente ve a la marca como un distintivito de honor y apoyo, la ropa Klabu es diseñada por algunos de los mejores diseñadores en el área, son producidos en Italia y por el momento vendemos las camisetas al precio de 59 euros, lo cual es competitivo en comparación con el costo de camisetas de grandes clubes como Ajax y Manchester United por ejemplo”

¿Cuáles son los principales objetivos de la marca en los próximos 5 años?

El objetivo principal para nosotros en este momento es construir muchos clubes más para refugiados jóvenes y personas marginadas en todo el mundo, nuestra meta, como dije antes es construir tres clubes más en los próximos 12 meses y después queremos construir alrededor de 100 en los próximos cinco años, a mayor cantidad de personas que se sumen a nuestra misión al comprar nuestra indumentaria están asociándose con nosotros, serán más los clubes que podamos crear, hay aproximadamente 30 millones de refugiados en la actualidad así que realmente debemos ponernos a trabajar”

¿Nos contarían algunas de las historias más inspiradoras alrededor de la marca?

“Deben imaginar que tenemos un montón de historias inspiradoras para contar, pero una muy importante es que el primer equipo se abrió en enero de este año, y es un éxito rotundo. Desde su apertura, más de 80 mil personas han firmado como miembros, desde casi 30 países africanos, más la comunidad local de Kalobeyei. Ellos alquilan equipamiento e indumentaria cada día y participan de nuestros ‘Torneos Klabu’ como el que tuvimos dos semanas atrás, 16 equipos jugaron por el honor de ganar la ‘Copa Klabu’, un verdadero honor para el campeón”.

“Los directores Klabu nos mandan fotos y videos prácticamente todos los días para mantenernos actualizados de lo que está pasando y en la imagen de cientos de refugiados jugando con camisetas Klabu con pelotas e implementos de la ‘biblioteca’ y miles de hinchas alrededor del campo alentando, es algo que nos pone la piel de gallina”.

¿Cuál es la importancia de la marca en el proceso de crecimiento de un joven refugiado?

“Estamos convencidos que al combinar una organización sin fines de lucro con el deporte es una grandiosa forma de causar impacto, la gente puede realmente ‘ponerse la camiseta’ y cuando encuentras a alguien usando Klabu sabes que apoyan a los refugiados y eso es grandioso, así que cuando encuentres a alguien usando Klabu sácale una foto y mándanosla, ya tenemos algunas fotos desde Tokio, Nueva York y Rio de Janeiro, y con cada camiseta vendida en nuestra tienda en Amsterdam y de forma online en klabu.org, más personas se suman a nuestro Klabu, nuestro club y más refugiados pueden practicar deporte y eso es grandioso. Al mismo tiempo toma mucho esfuerzo el crecimiento de la marca, pero nuestra misión es hacer un cambio en la vida de los refugiados a través del deporte, así que estamos buscando maneras de crecer sostenidamente y potenciarnos a través de alianzas estratégicas, porque juntos podemos hacer un cambio real en las vidas de millones de refugiados, sin exceptuar otras formas de vida ni generaciones perdidas al usar el deporte como una herramienta para cooperar y conectar para un mejor futuro para ellos”.