Esta semana, salió a la luz una divertida y curiosa historia acerca de quien en vida fue uno de los jugadores y entrenadores más influyentes de los inicios del fútbol argentino.
Nacido en Paraná y de padres angoleños, Alejandro de los Santos se destacó en Dock Sud, en Huracán y es el máximo ídolo de El Porvenir, además de ser el primer futbolista negro en vestir la camiseta de la Selección Argentina entre los años 20’ y 30’.
Su padres desembarcaron en el país, huyendo de la esclavitud en su país para encontrar mejores oportunidades y más allá de que fallecieron jóvenes, dejaron un legado para su hijo digno de admirar.
De los Santos se estableció en el barrio porteño de Boedo y además del fútbol, tuvo siempre como pasión el candombe. Se inició como juvenil en Oriente del Sud. Tuvo un paso fugaz por San Lorenzo, previo a desembarcar en Sportivo Dock Sud en donde ascendió al club a primera gracias a su hat trick.
Brilló en El Porvenir, marcó 80 tantos en 148 partidos y el 10 de diciembre de 1922 se convirtió en el primer futbolista negro en jugar para el equipo nacional, saliendo campeón de la Copa América, en La Boca, en el viejo estadio de Ministro Brin y Senguel.
Guido Guichenduc, historiador de El Porvenir manifestó en dialogo con TyC Sports: “De los Santos es el gran ídolo del club. Fue el jugador más importante de los mejores años; de eso no cabe la menor duda. De los Santos sufrió muchos actos de discriminación pero en los clubes fue aceptado porque era un jugadorazo. Lo de su ausencia por motivos raciales en el (Mundial del) 30 me lo contó su familia pero no hay un hecho que lo certifique, sobre todo por la buena delantera que tenía Argentina. Igual creo que es algo que puede tener veracidad porque también el país estaba en un momento político (previo al golpe de estado a Hipólito Yrigoyen) en el que era fácil criticar a alguien por su color de piel”.
Por último, se convirtió en entrenador y entre otros hitos llegó a dirigir a Alfredo Di Stéfano en el 46’ en Huracán.
Fuente: Clarín
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