Alemania es uno de los países que más presión está haciendo para que el fútbol vuelva a su rutina lo antes posible. Desde principios de marzo que la pelota quedó detenida por la pandemia del coronavirus, lo que provocará pérdidas económicas entre 650 y 750 millones de euros.

De a poco los clubes van retomando los entrenamientos en sus respectivas instalaciones, siempre respetando las medidas sanitarias impuestas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). La Federación Alemana de Fútbol les informó a los clubes de la Primera y la Segunda División que su intención es que las actividades vuelvan en mayo. Dentro de su plan, propusieron que sea con un máximo de 239 personas por estadio y sin servicios alimenticios.

En caso de que sea aceptado por las autoridades políticas de Alemania, al recinto solo podrán ingresar 126 personas que se distribuirán de la siguiente manera: 4 árbitros, 22 jugadores, 18 suplentes, 16 miembros de cuerpos técnicos (entre ambos), 4 alcanza pelotas, 2 cuidadores del campo de juego, 3 representantes de agencias de antidóping, 5 fotógrafos, 6 auxiliares sanitarios, 10 agentes de seguridad y 36 empleados de las cadenas televisivas con derechos de retransmisión.

Los restantes quedarán en el exterior, siendo un total de 113 personas, a repartirse de la siguiente forma: 20 ayudantes de seguridad, 6 auxiliares sanitarios, 2 bomberos, 4 agentes de policía, 5 técnicos, 16 miembros de la delegación de cada club, 2 asistentes arbitrales, 30 periodistas de prensa escrita y 28 de televisión.

A su vez, tendrán permiso para distribuirse en las inmediaciones de los estadios, 53 periodistas televisivos y 50 agentes de seguridad.

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