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La historia de los hermanos Dassler, los creadores del negocio de las zapatillas deportivas

Crearon la primera empresa que producía zapatillas deportivas, pero la relación familiar se rompió tras la Segunda Guerra Mundial. Luego dieron vida a adidas y Puma. Los detalles.
La historia de los hermanos Dassler,  los creadores del negocio de las zapatillas deportivas
Lunes 25 de Marzo de 2024
Herzogenaurach, es una ciudad alemana recordada por muchos fanáticos del fútbol moderno por ser el lugar donde estaba ubicado el bunker de la Selección Argentina en la Copa del Mundo de Alemania 2006. José Pekerman y la Asociación del Fútbol Argentino habían elegido ese lugar para vivir mientras durara la aventura en el Mundial.

Pero esta ciudad también es el lugar de origen de dos hermanos que cambiaron la vida de las marcas deportivas. Rudolf y Adolf Dassler, o mejor dicho, los padres de Puma y adidas, respectivamente.

Sin embargo, todo comenzó de manera muy distinta a cómo terminó. En el año 1924, la crisis económica mundial afectaba gravemente a los países que habían sufrido en la guerra. Fue en ese momento que “Rudi” y “Adi” crearon la compañía Gebrüder Dassler Schuhfabrik, encargada de confeccionar zapatos, supervisada por el padre de ambos, que también era zapatero.



En los primeros años se centraron en la confección de zapatillas, pantuflas y calzado deportivo. Adolf era el especialista en confeccionar calzado de buena calidad para los atletas, mientras que Rudolf tenía más formación en la venta.

El atletismo era la principal disciplina deportiva con la que trabajaban. Su objetivo principal cada mañana de trabajo era crear las mejores zapatillas para correr. Pero con la fama, también la relación se empezó a romper entre los dos hermanos.

El quiebre en la relación ocurrió cuando en 1933, con Adolf Hitler al poder, los hermanos se afiliaron al partido nazi. “Adi” no estaba de acuerdo en hacerlo, pero de todas maneras lo hizo pensando en que el apoyo que le brindaba el partido nazi al deporte terminaría resultando beneficioso para la empresa.

Con la llegada de los Juegos Olímpicos de Berlín 1936, el deporte potenció a los Dassler. “Adi” fue en busca de brindarle su calzado a Jesse Owens, el atleta estadounidense que conquistó los Juegos a través de sus victorias. La idea de “Adi” era que Owens utilizara sus zapatillas con clavos para correr en el estadio Olímpico de Berlín, que estaba decorado por símbolos nazis.

Owens, atleta de tez oscura, se convirtió en el primer deportista estrella de la marca Dassler, mientras Hitler se ofendía porque sus Juegos Olímpicos, donde debía triunfar la raza aria, eran conquistados por un “atleta negro”. Jesse ganó, nada más y nada menos, que 4 medallas de oro.

Con la llegada de la Segunda Guerra Mundial, ambos hermanos fueron reclutados a participar en el ejercito. Pero “Adi” recibió la autorización para dejar la actividad bélica y volver a la fábrica, para que junto a sus empleados confeccionara la mayor cantidad de calzado para los soldados. Mientras que Rudolf quería fabricar para vestir a los soldados, Adolf buscaba nuevas técnicas para confeccionar mejores productos, pero no para los soldados, sino para los atletas.

Al terminar la Segunda Guerra Mundial, Rudolf fue llamado a declarar por sus vínculos con el nazismo. Adolf había delatado a su hermano. Mientras ampliaba su negocio, “Rudi” pasó un año preso en Estados Unidos.

Una vez liberado, los hermanos se distanciaron para toda la vida. Incluso comenzaron a competir entre ellos. “Rudi” volvió a Alemania y fundó la empresa Ruda en 1948, que luego pasaría a llamarse Puma.

“Adi” continuó trabajando en la empresa familiar pero decidió cambiarle el nombre y llamarla adidas, en 1949. El quiebre en la relación familiar también tuvo consecuencias en el negocio. Los empleados abocados a los negocios pasaron a la empresa Puma, mientras que los diseñadores se quedaron en adidas.

Hoy en día, la relación está dividida por un río, ya que mediante el agua y 500 metros de distancia, se encuentran la sede de adidas y la de Puma. Incluso, los hermanos Dassler se encuentran enterrados en el mismo cementerio, pero en extremos opuestos.

Fuente: La Nación