La temporada 2019-2020 dejó a Los Angeles Lakers como los nuevos campeones de la NBA, cortando una sequía de 10 años e igualando la marca record de 17 títulos de Boston Celtics. Todas las miradas se las llevó LeBron James, referente y emblema de la franquicia, pero otra de las patas fundamentales del anillo fue Jeanie Buss.

Dueña del equipo californiano desde 2013, se convirtió en la primera mujer en ganar un título de la mejor liga de básquet del mundo. Para los amantes y seguidores de esta disciplina, el apellido les será conocido ya que es hija del legendario Jerry Buss, quien compró la franquicia en 1979. En sus más de 30 años de mandato, los Lakers ganaron 10 títulos y tomaron un importante lugar en la NBA. En 2010, fue incluido en el Basketball Hall of Fame como contribuyente del deporte.

La salud le jugó una mala pasada y en 2013, luego de mucha pelea, Buss padre moriría de cáncer. Antes de fallecer, Jerry había arreglado que sus hijos se encargarían de la empresa familiar. Sin embargo, no salió como él hubiese imagino. En lo deportivo, en 2015 y 2016, el equipo hizo las 2 peores temporadas de la historia con sólo 21 y 17 triunfos respectivamente. Y en cuanto a lo institucional, los herederos no supieron manejar la situación de la mejor manera.

Durante los primeros años, entre todos se hicieron cargo pero ya en un momento fue Jeanie quien se puso al frente de la operación. Incluso, en 2017 despidió a su propio hermano Jim, hasta entonces vicepresidente de operaciones. Su ímpetu de líder se lo fue ganando con el correr del tiempo. A los 19 años su papá la había puesto al frente del equipo de tenis Los Angeles Strings. A fines de los '90, ya era la presidenta del Great Western Forum, el estadio donde jugaban los Lakers y también estaba a cargo del área de negocios del equipo.

Ya como dueña ascendió a Magic Johnson de asesor a presidente de operaciones. Luego contrató como mánager a Rob Pelinka, quien era el representante de Kobe y James Harden, entre otros.

Sin lugar a dudas, la temporada 2019-2020 marcó un antes y un después en su vida. No sólo recuperó el lugar que la franquicia había perdido, además como mujer y dueña pasó a la historia de la NBA.