La Champions League se mudará a Lisboa para completar la actual temporada. Los 8 equipos que clasifiquen a cuartos de final llegarán a la capital portuguesa para definir al campeón de este año con un formato muy distinto al habitual.

Albergar a los mejores equipos del continente le traerá buenos resultados económicos a Lisboa pese a que los partidos deberán jugarse a puertas cerradas. La ciudad prevé que el “Final 8” produzca un impacto económico de 50 millones de euros, según un estudio elaborado por el Instituto Portugués de Administración y Marketing.

Según el IPAM, la mitad de la recaudación llegará a partir del gasto en restauración, viajes y actividades turísticas, pese a que los hinchas de los equipos tengan prohibido asistir a los encuentros. El resto saldrá de las inversiones publicitarias, los eventos que se realicen y todas las operaciones comerciales a través de las que el país y la ciudad adquieran visibilidad.

Tal como informamos antes, los partidos serán a puertas cerradas. Pese a esto, se espera que unas 16.000 personas lleguen a Lisboa, además de otras 3.000 entre personal de la UEFA, los equipos y prensa.

Debido a la crisis de coronavirus, Estambul perdió la posibilidad de albergar la final este año y la UEFA decidió concentrar a todos los equipos en Portugal debido al bajo número de casos que tuvo el país luso. La Final está estipulada para ser llevada a cabo el 23 de agosto en el estadio da Luz, la casa del Benfica, mientras que los partidos de cuartos de final y semifinales se repartirán entre ese estadio y el José Alvalade, del Sporting de Lisboa.