Los Pumas hicieron nuevamente historia: derrotaron a Gales por 29 a 17 en el Stade Vélodrome de Marsella, para alcanzar una nueva semifinal mundialista. El try de Nicolás Sanchez y el tackle salvador de Matías Moroni formarán parte de la épica albiceleste en los mundiales.
No será la primera vez para el conjunto de Michael Cheika en semejante instancia, ya que anteriormente fueron dos las instancias donde la celeste y blanca disputó los siete partidos posibles de la máxima competencia. La primera vez fue la recordada generación dorada, la cual conquistó el tercer puesto en Francia 2007, siendo aún la única vez que Argentina se subió al podio del certamen. En aquella ocasión el combinado de Marcelo Loffreda, liderado en la cancha por el capitán Agustín Pichot, con un Juan Martín Hernández iluminado y en su máxima expresión, venció a un aguerrido y duro seleccionado escoces por 19 a 13 en el Stade de France; para luego caer en la semifinal ante el que sería el campeón de la competencia: la recordada Sudáfrica de Bryan Habana.
Pero lo que se logró en el 2007 se repetiría ocho años después, nuevamente en Europa, pero esta vez en Gales. El conjunto dirigido por Daniel Hourcade tuvó su noche de gloria el 18 de octubre del 2015. Las 72316 almas que coparon el Millennium Stadium de Cardiff vibraron ante lo que fue uno de los mejores partidos de la historia del rugby argentino: un apabullante 43 a 20 ante la excelente selección de Irlanda, que continuaba con su estigma de no poder superar la instancia de cuartos de final. En aquella fría noche galesa, Juan José Imhoff iba a quedar marcado para siempre con una actuación memorable, anotando dos extraordinarios tries. El rival en la semifinal fue Australia, que terminó derrotando con autoridad a un equipo que jugaba de manera vistosa y frenética.
La historia se repetirá nuevamente el próximo viernes 21 de octubre en el Stade de France frente al ganador de lo que será uno de los partidos más esperados de la actual RWC: Irlanda ante Nueva Zelanda. Los muchachos de Cheika buscarán superar un obstáculo que hasta el momento fue imposible para el rugby argentino. ¿La tercera será la vencida?
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